Opinión

El dolor fisico y mental

El dolor fisico y mental

El dolor fisico y mental

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El dolor físico nos derrumba y humilla, haciéndonos olvidar nuestro propio espíritu cuando más lo necesitamos, ya que es el único que en esos momentos tan difíciles podría paliar nuestros males y sostenernos con su fortaleza. Por eso, recordemos en los momentos de enfermedad que no somos sólo un cuerpo, sino un espíritu, cuyo medio de comunicación es el cuerpo. Es decir, proyectamos lo que abriga nuestro espíritu.

Quien ha cultivado su interior, resiste con más estoicismo los embates del dolor. En esos momentos debe recordarse que nuestro cuerpo es transitorio pero nuestro espíritu es eterno. Que nuestro cuerpo es como una máquina que puede sufrir imperfecciones y que en ocasiones tiene que ser reparada. Que el cuerpo opera mecánicamente a través de las órdenes que emanan de la mente y del espíritu, que el cuerpo es materia y la materia no puede pensar por sí misma, que el espíritu no enferma, que es él quien le imbuye la vida al cuerpo desde su nacimiento, que el espíritu en esos momentos está transitando por pruebas para su elevación y trascendencia. Pensar esto ayudará a que el cuerpo sea reparado sin afectar nuestra esencia.

Yo pienso que, si el cuerpo enferma, los medicamentos son importantes. Pero antes de atiborrarlo de medicinas hay que dar oportunidad a nuestra propia sabiduría interna de actuar, porque si bien aquellos sanan una parte del organismo dañan otra. Siento que nuestros pensamientos deben enfocarse principalmente en la salud y no en la enfermedad, recordando que a lo que más pongamos atención en nuestras vidas es lo que más florecerá en ella.

Utilicemos los beneficios que nos brinda la imaginación en la sanación de nuestras enfermedades, manteniendo el estado anímico en alto y pensando solo de forma positiva y amorosa, ya que los médicos afirman que dicha actitud del paciente hace que las medicinas surtan un efecto más eficaz, para la recuperación del paciente.

Hay que saber que, en ocasiones, el dolor emocional es más fuerte que el físico y que es el que en tal caso requiere mayor fortaleza espiritual. Podemos sobrepasar nuestro dolor mental aplicando toda nuestra energía interior y decisión para determinar el momento en el que deseamos lograrlo. Algunos deciden que sea pronto, otros prefieren alargar su dolor toda la vida. Los primeros abrazan la propia vida como su salvavidas. Los segundos hacen de la vida un martirio. Los primeros vuelven al amor. Los segundos entierran el amor.

La mejor cura para sanar los sufrimientos emocionales es la espiritualidad, pero a esto hay que dedicarle tiempo. En primer lugar, darnos cuenta que la mayor parte de nuestros problemas derivan de la desconexión de lo divino que en algún momento tuvimos, quizá sin percatarnos de ello. Por lo tanto, hay que re-conectarnos, ya que así descubriremos la raíz de la enfermedad emocional y actuaremos en consecuencia encaminándonos hacia la sanación.

Estemos alertas, para no permitir jamás que las enfermedades mermen las facultades de nuestra alma.