Con 274 defunciones reportadas en las últimas 24 horas, el país se ubica ya con 47,746 víctimas fatales por la pandemia del COVID-19, cifra a la que eventualmente se le podría sumar una buena cantidad de las 1,875 defunciones consideradas como sospechosas en espera de la prueba de laboratorio que confirme o rechace que la causa de muerte fue por el nuevo coronavirus, con lo que la cifra total de decesos se ubica hasta este domingo en las 49,621 personas.

En el reporte vespertino, del COVID-19 se observa que el total de personas positivas a este virus desde que inició la epidemia en el país es de 439,046, con un aumento de 4,853 casos, y las personas activas al virus descendió 3,085 personas, al pasar de 51,857 el sábado a 48,772 este domingo, así como los casos sospechosos retrocedió la cifra en -4,652 casos, para ubicarse en 83,119 la cifra total este domingo.

Respecto a la disponibilidad de camas de hospitalización general, de un total de 30,221 camas, están ocupadas 13,405 es decir un 44 por ciento, mientras que Nuevo León y Nayarit registran niveles de ocupación de 74 por ciento, ambas entidades, y por encima del 60 por ciento Coahuila, Tabasco y Veracruz con 67, 65 y 61 por ciento, en tanto que la ocupación de camas con ventilador para pacientes críticos, de un total de 10,163 camas, están ocupadas 3,944 es decir 39 por ciento, aunque los estados de Nuevo León, Tabasco y Veracruz registran niveles de ocupación de 65, 57 y 56 por ciento.

En su oportunidad, Simón Kawa Karasik, director general de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud (CINS), advirtió que no hay evidencia científicia que respalde el uso de tocilizumab como tratamiento para el COVID-19, no sólo no es útil, puntualizó, sino que tiene muchos riesgos, porque causa inmunosupresión, puede reactivar infecciones como tuberculosis, puede empeorar el estado del paciente que tengan infecciones bacterianas, virales y fúngicas activas, no es un fármaco inocuo y además tiene un costo muy elevado (de varios miles de pesos).

“No hay evidencia de sus beneficios clínicos, entonces este fármaco que antes se tenía contemplado para estudios clínicos, pasará a un listado, para que no sea utilizado, y ya no tiene caso estar haciendo ensayos clínicos… Se encontró que el tratamiento de este fármaco no es útil para el tratamiento de personas con COVID-19”.

Para el tratamiento del COVID-19, estableció que no se recomienda la terapia con células madre, ni dióxido de cloro, tampoco la ivermectina, ni el uso de nitazoxanida, ni azitromicina, ni ozeltamivir, además de la hidroxicloroquina, ni el tocilizumab, ni ningún medicamento fuera de sus indicaciones terapéuticas que no haya sido probado a través de ensayos clínicos controlados.

En tanto que las alternativas de tratamiento que existen hasta el momento, dijo, es el uso de dexametasona para pacientes hospitalizados que requieren oxígeno suplementario, éste es el estándar de tratamiento, en dosis que ya están descritas y los médicos pueden consultarlas en los micrositios de la Secretaría de Salud “este es el estándar de tratamiento para los pacientes hospitalizados que requieren oxígeno suplementario y tienen COVID-19. Un tratamiento efectivo demostrado a través de ensayos clínicos controlados existe evidencia y su costo es mucho más barato que tocilizumab, hablamos de tres ceros de diferencia, o más, esto es lo que hay que utilizar”.

A su vez, el director de Epidemiología, José Luis Alomía, indicó que se hizo una nueva solicitud de compra de pruebas para identificar a pacientes con COVID-19 de la fecha hasta marzo próximo, el estimado de pruebas que se van a requerir es de 700 mil para los próximos 8 meses.