La infertilidad masculina se presenta de manera común, pues de cada 100 pacientes que recibe el Instituto Ingenes, el 40% de las causas de infertilidad se deben a factores femeninos, el otro 40% a masculinos, el 10% a una combinación de ambos y el otro 10% a causas aún desconocidas pero que tienen solución.

La definición más sencilla de la infertilidad masculina es cuando existe una causa subyacente cuyo origen está ubicado en el varón. Por ejemplo algún trastorno hormonal que puede llegar tener una disminución en la producción espermática o en su calidad; también algunos factores tóxicos ambientales, la exposición a anabólicos, la quimioterapia por alguna enfermedad, pesticidas, solventes, consumo de drogas, hábitos de tabaco, casusas endocrinológicas, prolactina elevada, problema de tiroides y congénitos, causas infecciosas, parotiditis (paperas) que produce una inflamación importante a nivel testicular, disfunción eréctil, problemas crónico degenerativas, entre otras.

Para valorar cada caso en el varón, existe una técnica sencilla que se llama seminograma que valora el volumen de eyaculado, la cantidad de espermas que hay por mililitro, la movilidad, así como su porcentaje de forma normal y anormal para determinar cuáles serían las mejores opciones para que la pareja logre tener un bebé.

A lo largo del tiempo, la ciencia y la tecnología han avanzado para facilitar la vida de las parejas que por diversos padecimientos, no han logrado tener bebés. En el campo de la salud reproductiva, esta evolución ha tenido un importante impacto sobre todo en las técnicas de Fertilización In Vitro (FIV) que existen para tratar casos complejos de infertilidad.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) menciona que el 17% de la población mexicana en edad reproductiva padece infertilidad y sólo la mitad de ellos recurre a un especialista para diagnosticarla y tratarla oportunamente. Esto es importante porque regularmente cuando deciden atenderse es porque llevan muchos años intentándolo y ya tienen un gran desgaste físico, emocional y económico.

El Instituto Ingenes señala que para que una pareja se acerque a buscar ayuda es necesario tener voluntad por conocer las causas del porqué no han logrado tener un bebé. Uno de los principales obstáculos para que esto pase,  ha sido la idea errónea de que la infertilidad se debe sólo a causas femeninas, cuando en realidad es una responsabilidad compartida, y en la que es ideal revisarlos a ambos para que se diagnostiquen con mayor certeza las causas  que les impiden tener un bebé.

La infertilidad masculina no presenta síntomas; sin embargo, es importante que tras un año de intentar tener un bebé de manera natural sin éxito, acudan a un especialista en reproducción.

En México existen clínicas  especializadas en reproducción asistida; sin embargo, la tarea será encontrar aquella que se comprometa con cada paciente, cuente con la tecnología necesaria, el equipo experto y las tasas de éxito más altas, respaldadas por instancias internacionales, para resolver casos de infertilidad relacionados a factores masculinos.