La industria automotriz vivió un septiembre negro al caerse las ventas en el mercado interno en 12.3 por ciento, siendo el peor nivel desde 2014, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, que lleva Julio Santaella y que fueron difundidos a la par por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, que preside Eduardo Solís y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, que dirige Guillermo Prieto. Con estos negativos resultados el sector suma 29 meses de constantes caídas, desde el año récord en 2016, que llegó a 1 millón 600 mil unidades ofertadas.

Los resultados no hacen más que convalidar la difícil situación por la que atraviesa la industria, que si bien no ha tenido una caída a plomo como en 2009, la erosión ha sido una constante, producto de un deterioro de indicadores macroeconómicos, como el índice de confianza al consumidor y la escalada de las tasas de interés, que llegó hasta 8.25 por ciento.

El impacto lo han llevado las grandes marcas consideradas mayoristas, como el caso de Nissan Mexicana, de José Román y líder en participación de mercado. En septiembre sus ventas declinaron 24.5 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado y en los primeros nueve meses del 2019 han caído 15.5 por ciento, que en números de unidades significa más de 30 mil unidades.General Motors, de Francisco Garza ocupa el segundo lugar y si bien es cierto que también carga con parte de la racha negativa, su declive ha sido menos estrepitoso. En septiembre del 15.8 por ciento y en los primeros nueve meses del año 8.1%. Sin embargo, hay marcas que defienden bien su participación de mercado con caídas simbólicas y en otras ocasiones alguna ganancia marginal, como el caso de KIA, que lleva Horacio Chávez, mantiene su participación de mercado en 7.4 por ciento con un crecimiento del 2 por ciento. Toyota de Tom Sullivan con resultados horizontales, lo mismo que Mazda de México, que dirige Miguel Barbeyto. RECHAZO. La Asociación de Bancos de México, que dirige Luis Niño de Rivera lanzó una voz de alarma sobre la iniciativa legislativa de defraudación fiscal, pues la calificó de inhibir la inversión. El problema de fondo es que elimina las garantías individuales, como el derecho a la libertad, el derecho de propiedad, el derecho de audiencia, el debido proceso y la presunción de inocencia, solamente con indicios y no con hechos reales. Para Niño de Rivera es importante mantener el estado de derecho, y que se pueda hacer un proceso legal en los tribunales antes de proceder con la prisión preventiva, la incautación de bienes, el congelamiento de los recursos y la pérdida del control de las empresas.PRESENCIA. En este III Congreso, organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), estuvo presente el empresario mexicano Raúl Beyruti Sánchez, CEO de GINgroup, quien participó en la mesa Los nuevos retos de las empresas globales. Este espacio fue creado para compartir y generar negocio con presidentes de las mayores compañías.juliobrito@cronica.com.mx
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