"Todos necesitamos un ídolo, y a veces hay que buscarlo en la ficción”. Esta frase, que se quedó en la historia como aquella que definió la esencia de Marvel Comics, pertenece al escritor y editor Stan Lee, quien forjó uno de los dos imperios de historietas sobre superhéroes más populares de la historia y quien falleció la mañana de ayer a los 95 años.

El portal TMZ reportó primero que por la mañana una ambulancia trasladó a Lee desde su hogar en Los Ángeles hasta el hospital Cedars-Sinai, lugar en el que falleció: “Mi padre amó a todos sus fans. Fue el hombre más grandioso y decente”, con estas palabras la hija del autor, Joan Celia Lee, confirmó el deceso a los medios de comunicación.

“Resulta que ahora quieren hacer una película de mi vida y yo me pregunto, ¿qué demonios estarán escribiendo en el guion? Nunca he sido arrestado, no he tomado drogas y sigo con la misma esposa desde hace 54 años… ¿Dónde está el interés?”, dijo el legendario creador de cómics. Lo cierto es que su historia es simbólica en la cultura popular.

Nació el 28 de diciembre de 1922 bajo el nombre de Stanley Martin Lieber, en la capital de Nueva York. Sus padres eran inmigrantes judíos nacidos en Rumania: Celia Solomon y el sastre Jack Lieber, y fue precisamente en el apartamento de ellos, en la esquina de West 98th Street con West End Avenue, de Manhattan, donde vio la luz.

Su primer contacto con la escritura fue a través de libros de defunciones y entierros; también redactó comunicados de prensa y artículos especializados para el Centro Nacional de Tuberculosis, pero también fue repartidor de una farmacia y recepcionista en una fábrica de pantalones. Admirador de Stevenson, Conan Doyle o Burroughs, soñaba con convertirse en el autor de la próxima gran novela americana.

Su tío Robbie Solomon lo introdujo en el mundo de las revistas y de los cómics, en Timely Comics, editorial que en los 50 se convertiría en Atlas y en los 60, Marvel Comics. Tenía 20 años cuando debutó como guionista en la editorial, su primer escrito fue titulado Captain America Foils Traitor’s Revenge, contenía dos páginas, en el que el protagonista era el Capitán América. Stanley Martin Lieber, firmó este primer trabajo con el seudónimo Stan Lee. Mucho tiempo después, decidió cambiarse el nombre legalmente por su seudónimo.

El genio de Stan Lee no se manifestó hasta finales de los años 50 del siglo pasado, cuando introdujo un concepto que fue revolucionario en el mundo del cómic: el de la “humanidad defectuosa”. Introdujo en sus personajes rasgos humanos como la ira, la melancolía o la vanidad. Los héroes de Lee también tenían problemas cotidianos: debían pagar las facturas o sufrían de desamor.

Martin Goodman, el propietario de la editorial, trató de emular a la competencia, la DC Comics de Julius Schwartz, que estaba haciendo su agosto con La Liga de la Justicia de América. En 1961, le encargó a Lee rescatar a Los Invasores, al Capitán América, la Antorcha Humana original, Namor, etc… para contrarrestar a DC en ventas. Contrariado, Stan regresó a casa decidido a aceptar este último encargo y dejar el mundo del cómic para siempre.Su mujer, Joan, le sugirió que ya que lo iba a dejar, lo hiciera a su modo, con ideas que había tenido en la cabeza, como la de tomar a gente como los vecinos, seres humanos corrientes, como modelo para los superhéroes. Joan no lo sabía, pero se acababa de convertir en la madre de Marvel. Su idea fue tomada por Stan, quien junto a su dibujante estrella, Jack Kirby, le dio al mundo el primer supergrupo moderno: Los 4 Fantásticos. Así, Stan Lee creó superhéroes en sintonía con la cambiante sociedad de los años 60, marcada por el movimiento hippie, las protestas contra la guerra de Vietnam, las drogas y la revolución sexual.Nuevamente, junto con Kirby, Lee creó los siguientes superhéroes: Hulk, Thor, Iron Man y los X-Men; con Bill Everett, concibió Daredevil; en colaboración con Steve Ditko, Doctor Strange y Spider-Man, considerado el personaje más exitoso de la editorial Marvel Comics. Con toda esta amplia gama de superhéroes, Lee y Kirby gestarían un grupo que los reuniría a todos: los Avengers.

Sin embargo, tras más de 10 años ayudando a levantar este universo en calidad de guionista, showman y cara más visible de Marvel, Lee se bajó del caballo y dejó su faceta creativa en manos de la siguiente generación. Hacia 1972 comenzó a ejercer de editor de Marvel. Luego fue sucedido por su excelente ayudante, Roy Thomas. Aunque no se alejó totalmente de la redacción, siguió escribiendo columnas y guiones ocasionalmente.

Fue pionero de la distribución de cómics en internet, con la creación de Stan Lee Media, en 1998. Pero quizás la mayoría recuerde su rostro por sus breves apariciones (cameos) en todas las películas de superhéroes de Marvel. Un icono geek por excelencia, Lee apareció como invitado en episodios de The Simpsons y The Big Bang Theory, entre otros.

Durante el último año, la vida de Stan Lee estuvo marcada por diversas polémicas en relación a sus asociados, dando pie al alejamiento total a través de la vía legal de un ex manager, y también fue afectado por diversos problemas de salud, incluyendo una neumonía que lo obligó a cancelar varias visitas a convenciones.

Cuando, en los años 60, escribía una columna en sus cómics llamada Stan’s Soapbox, remataba sus textos con distintas frases como “¡Hasta la próxima, pandilla, relájense!”, las cuales sus competidores comenzaron a copiar. Entonces se sacó una despedida distintiva, “Excelsior!”, sacada del escudo de armas del estado de Nueva York, una expresión inglesa que significa “Upward and Onward to Greater Glory!” (Hacia arriba y hacia adelante por la gloria mayor). RIP Stan Lee. “Excelsior!”.