
El 2017 será recordado por el retiro de varias leyendas del futbol. A final de temporada ya no se escuchará más en las voces de narradores, los nombres de, Frank Lampard, Steven Gerrard, John Terry y Landon Donovan, pero sobre todo de Francesco Totti, Xabi Alonso y Philipp Lahm, tres leyendas campeonas del mundo.
La histórica tercia de futuros retirados marcó un antes y un después para sus respectivas selecciones durante tres mundiales consecutivos, comenzando en la Copa de Alemania 2006, pasando por Sudáfrica 2010 y con cierre en Brasil 2014.
Totti –el último en confirmar su retiro- se coronó con Italia en 2006; Alonso lo hizo con la España de Del Bosque en 2010 y Lahm, más recientemente en Brasil 2014 con Alemania.
La noticia del retiro del “Il Capitano” fue confirmada por Monchi –director deportivo de la Roma-; se retira a los 40 años.
Fueron 25 temporadas en el primer equipo romano, al que le juró amor eterno desde su debut en 1993 con 16 años.
El eterno de la Roma formó parte de la Selección de Italia que conquistó el Mundial de Alemania 2006. Enfrente tuvo la Francia de Zidane y todo se decidió durante una dramática tanda de penaltis.
El más veterano de esta tercia legendaria debutó en el máximo circuito en 1993.
“Nunca olvides tu primera vez”, siempre dice esta frase Francesco Totti. Considerando que alguna vez confesó que perdió la virginidad a los 12 años, habrá quién piense que se refiere a eso. Pero él aclara: “Fue mi debut en la Serie A con la playera giallorossa de la Roma, ¡un sueño hecho realidad!”.
En el mundo del futbol actual es complicado que un jugador se guié por el corazón y no por el dinero, pero justamente es lo que hizo Totti. Durante mucho tiempo se especuló que pudo emigrar al Real Madrid, o a cualquier equipo que hubiera deseado, su nivel lo ameritaba, todos los clubes en el mundo hubieran dado lo que fuera por contar con sus servicios, pero su amor por la Loba pudo más y prefirió quedarse en Italia.
La maravillosa historia de Totti estuvo cerca de ser completamente diferente. En el 2004, ya estaba arreglado con el Real Madrid, pero por cuestiones de la vida, la operación ya no se pudo concretar. En una entrevista que le dio al periódico español ABC el año pasado mencionó que sólo faltaba la firma con el cuadro Blanco. “Antes de firmar mi penúltima renovación con la Roma, decidí marcharme al Real Madrid. Luego, por cuestiones de contrato y por asuntos personales acabé quedándome en la Roma. Y nunca me he arrepentido de haberme quedado”.
“Con el Real Madrid lo hubiera ganado todo, pero no hay nada como ser feliz en el lugar donde amas. Si me hubiera ido al Real Madrid hubiera ganado tres Champions, dos Balones de Oro y muchas otras cosas, pero me quedo con lo que hice. La fidelidad ya es una victoria para mí, no es fácil permanecer 25 años en el equipo”.
No ha sido una carrera llena de títulos, únicamente ha conseguido cinco en su paso con la Roma, un campeonato de la Seria A (2000-2001), dos Copas de Italia (2006-2007 y 2007-2008) y dos SuperCopas de Italia (2001 y 2006). Pero sí ha sido una carrera llena de éxitos y que mejor que compartirlos con tu primer amor, con el más importante y en su caso, con el único.
Con la selección fue pieza clave para que Italia ganara el Mundial de Alemania del 2006. Junto con Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso y Mauro Camoranesi, formó un medio campo intratable y se llevaron el campeonato de manera invicta. Desafortunadamente no pudimos disfrutar de su talento más tiempo con la selección de su país, el 20 de julio del 2007 decidió ponerle fin a su carrera con el combinado nacional.
Parece que fue ayer cuando el mediocampista jugó su primer partido con el AS Roma; sin embargo, han pasado 25 largos años y, hoy, aquel juvenil entusiasta es una leyenda viviente del lienzo verde que ha confirmado su retirada. A partir del próximo curso no jugará más. Se irá con la gran satisfacción de haber formado parte del prestigioso gremio del One Club Men, como el máximo anotador de la Roma, el segundo mejor de la Serie A y consagrado como uno de los ídolos del futbol mundial. Gracie, Francesco Totti.
Participó en 114 partidos con La Roja en los cuales marcó un total de 16 goles.
Alonso comenzó su carrera en la Real Sociedad, ahí se mantuvo hasta el 2004, año en el que pasó al Liverpool y con el que ganó la ansiada UEFA Champions League, logró que se enmarca por haberse dado con una de las mejores finales de la historia del torneo europeo: aquella en la que se regresó de un 3-0 que les estaba propinando el Milan, para después ganar en penaltis.
Tras ganar la Liga de Campeones en su primer año en Inglaterra y su acople junto a Steven Gerrard se convirtió en uno de los mejores centros del campo de la Premier. “Es una auténtica leyenda, mi héroe, mi compañero”, reconocía por aquel entonces Xabi Alonso.
Pero tras cinco temporadas y 19 goles en 209 partidos, el Madrid lo fichó por más de 35 millones de euros. “Me quedé desolado cuando se marchó. Es uno de los mejores pasadores del mundo. Alguien que puede crear algo de la nada”, aseguró Gerrard tras cerrase el traspaso.
La carrera de Xabi continuó con el Real Madrid, escuadra en la que de nueva cuenta alzó La Orejona.
Junto a Alonso llegaron Cristiano, Benzema y Kaká, en la mayor apuesta económica que haya realizado el Real Madrid hasta el momento. Con la camiseta blanca ganó una Liga (2011-2012), dos copas del Rey (2011 y 2014) y la Décima Champions (2013-2014) y una Supercopa (2012-2013), tras convivir con tres entrenadores diferentes: Pellegrini, Mourinho y Ancelotti.
Los logros del centrocampista no se limitan a clubes. Con su selección ganó la Euro de 2008 y 2012, además del Mundial de Sudáfrica 2010.
Con el Bayern fichó desde el 2014 y todo indica que será en las canchas alemanas donde el ahora histórico español dirá adiós.
Ahora el de Tolosa, afronta los últimos meses de su carrera como futbolista profesional. Y aunque no está para irse Alonso resume su decisión con una frase: “Hay que irse cuando aún te pueden echar de menos”. Diez palabras que han sido su guía a lo largo de 18 años como profesional, aunque matiza.
Toda una Leyenda con mayúsculas que el pasado mes de marzo anunció para el final de la presente temporada su retirada del futbol en activo entre el aplauso unánime de compañeros, aficionados y rivales.
PHILIPP LAHM. El internacional alemán de 33 años anunció en febrero que dejará el futbol profesional, “estoy seguro que mantendré mi nivel hasta el final de esta temporada, pero no después” había dicho en ese momento el capitán del Bayern Munich.
Lahm dejará así las canchas sin cumplir su último año de contrato con el campeón de la Bundesliga.
“En verano tendré tiempo para ocuparme de otras cosas. Volveré a ser anónimo, no es el momento de tomar un puesto en el Bayern” dijo.
Cuando Alemania mire atrás, hacia la generación dorada que llevó al país teutón a conquistar su cuarta Copa del Mundo lo hará sin duda reconociendo la figura de su capitán Philipp Lahm. “Tener o no los mejores jugadores da igual, lo que importa es ser el mejor equipo”, celebró tras recibir el máximo trofeo futbolístico de las manos de la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff.
A pesar de que se especulaba sobre su inmediata incorporación a la estructura del club como director deportivo, el capitán bávaro ha decidido aplazar ese nuevo reto profesional después de ser elegido por el director Karl-Heinz Rummenigge y el presidente Uli Hoeness.
A los 33 años, Lahm pasará a la historia por ser considerado uno de los mejores jugadores de su generación, un carrilero perfecto capaz de sellar la banda como lateral, desbordarla como extremo y de reconvertirse en centrocampista. Nacido en Munich y criado futbolísticamente en la cantera del Bayern desde los 11 años, Lahm ya destacó como líder en las categorías inferiores, donde dejó boquiabiertos con su talento a varios de sus entrenadores. “Si Philipp Lahm no lo logra en la Bundesliga nadie más lo hará”, confesó su técnico Hermann Hummels.
Con el 21 marcado en la espalda, Lahm ha conquistado ocho Bundesligas, siete Copas de Alemania y tres Supercopas. Fijo en los esquemas tácticos bávaros desde el 2005, lideró al conjunto en su época dorada y de la mano de Jupp Heynckes conquistaron un triplete que devolvió el Bayern a la gloria europea a la que aspiraba desde el 2000.
Tras años de intentonas fallidas y de más de una década de sequía, Lahm tomó las riendas de la selección alemana tras la retirada de Michael Ballack en 2010 y la guió hasta el más alto de los podios futbolísticos en 2014, acercándose al récord de Brasil. Comandada por el bávaro, la escuadra teutona ofreció una exhibición constante que dejó grandes momentos históricos como la humillante derrota por 7 a 1 que infligieron a los de Neymar en su propia casa y en semifinales o la agónica victoria contra la Argentina del todopoderoso Messi.
Fue seleccionado en el mejor equipo de los mundiales de 2006, 2010 y 2014 y en el once ideal de la UEFA en 2006, 2008, 2012, 2013 y 2014, más que ningún otro jugador del Bayern, convirtiéndole en uno de los mejores defensas del siglo XXI.
Una carrera para enmarcar con un estilo tan efectivo como limpio y elegante. Curiosamente, en 15 años de trayectoria no ha visto una sola tarjeta roja. Su adiós era esperado pero dejará al conjunto bávaro un poco más huérfano de las ideas que fascinaron al propio Guardiola: “Es el futbolista más inteligente al que he entrenado nunca”, palabra de Pep.
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