Una ola de incendios asola estos días parte del sur de Turquía, concretamente, en zonas de la costa mediterránea. Se calcula que hay docenas de focos activos, que han provocado ya cuatro muertos, según indica la cadena CNN, que cifra además en 100 los heridos.

De estos, el incendio más importante es el que golpea la región de Antalya, una de las más turísticas del país, cuya ciudad homónima se sitúa en una gran bahía casi frente a la isla de Chipre.

Según las autoridades locales, este viernes de madrugada, hora local, fallecieron tres personas en uno de los incendios sin control que arde en la zona desde el miércoles, según cita la agencia Efe.

"El incendio en la ciudad de Manavgat (provincia de Antalya) está bajo control, pero hay otro ahora mismo en el distrito de Akseki, desde anoche", explicó a los medios el secretario de Agricultura turco, Bekir Pakdemirli.

El ministro destacó que diez personas habían quedado atrapadas cerca de la presa de Oymapinar y que pudieron finalmente liberarlos en la tarde de este viernes, según señalaron las autoridades locales a la agencia de noticias Anadolu.

Entre los fallecidos hay un hombre de 82 años que se quedó encerrado en su casa.

Los fuegos, que comenzaron el miércoles, han arrasado decenas de hectáreas de bosques y terrenos agrícolas, causando la muerte de más de mil animales de granja y obligando a evacuar numerosos pueblos y áreas residenciales, detalló Pakdemirli.

En un principio, los incendios estaban localizados en el distrito de Manavgat en Antalya, pero se fueron expandiendo a otras regiones y ahora afectan a otras seis provincias, todas situadas en la franja meridional de Turquía, costera del Mediterráneo: Aydin y Mugla al oeste de Antalya, y Mersin, Adana, Osmaniye y Kayseri al este.

Desde el jueves se han registrado 53 focos de los que 36 ya están bajo control, dijo Pakdemirli, quien prometió que el gobierno investigará las causas de los incendios.

Las autoridades han desplegado a más de 4 mil efectivos, tres aviones, 38 helicópteros y 476 camiones cisterna para controlar los incendios, pero los fuertes vientos en la región dificultan las tareas.

Las condiciones climáticas del verano en toda la cuenca mediterránea, con altas temperaturas, vientos secos y lluvia apenas esporádicas suelen facilitar los incendios forestales, pero se teme que el cambio climático está exacerbando esta combinación de factores.

Entre tanto, algunos diarios turcos nacionalistas han especulado sin pruebas con que exista un posible sabotaje que explicaría el alto número de fuegos simultáneos.