Cultura

Alfredo Zalce en el Salón de la Plástica Mexicana

La exposición de grabado Tula Tolteca permanecerá hasta febrero y consta de 20 grabados que nunca llegaron a exhibirse en el Museo Nacional de Antropología por falta de presupuesto.

La exposición de grabado Tula Tolteca permanecerá hasta febrero y consta de 20 grabados que nunca llegaron a exhibirse en el Museo Nacional de Antropología por falta de presupuesto.

Alfredo Zalce en el Salón de la Plástica Mexicana

Alfredo Zalce en el Salón de la Plástica Mexicana

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La serie Tula Tolteca: imagen y mito, que fuera encargada al artista Alfredo Zalce (1908-2003) hace más de medio siglo con motivo de la inauguración del Museo Nacional de Antropología, se exhibe ahora en el Salón de la Plástica Mexicana por sus 70 años y  en homenaje a Don Miguel León-Portilla.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 9 de febrero de 2020, consta de 20 grabados que nunca llegaron a exhibirse en el MNA por falta de presupuesto y que narran la vida de Quetzalcóatl, así como una historia que se relaciona con el encumbramiento y caída del imperio tolteca.

“Es la parte del México profundo o la parte de Chile profundo o de Bolivia, Argentina, Brasil o Ecuador, que se levanta y nos habla de nacimientos pero de nacimientos que no es todo miel sobre hojuelas y que si queremos un mundo mejor lo tenemos que nacer. Esta muestra nos da esa lección de historia que, además, es una lección de vida y que, a pesar de que la obra es en blanco en negro, se disfrutan todos los colores que tiene”, dice Beatriz Zalce, coleccionista e hija del artista.

Declara que el propósito de esta exposición era “festejar esos maravillosos 70 años del salón. No obstante, sabíamos del estado de salud, ya muy delicado, de Don Miguel León-Portilla y pensábamos que si hacíamos esto era como soplarle tantita vida, ésa era la apuesta”.

OBRA. Beatriz Zalce explica que la realización de las placas para los grabados corresponde a los años 60, pero que su impresión tardó más de tres décadas por falta de presupuesto.

Cuenta que cuando se estaba haciendo el Museo de Antropología le pidieron a su padre esta serie  pues “sabían que eran temas que trataba en su obra”, así como de su  cercanía con intelectuales del ámbito, como Miguel León Portilla. Sin embargo, cuando llegó el momento de imprimir las placas de los grabados, relata, “le dijeron: Maestro, qué pena. No hay presupuesto”.

Para 1996, un pintor de origen michoacano radicado en EUA, René Arceo, que se encontraba al frente del Fine Arts Museum de Chicago, le propuso realizar la impresión de las placas, y ahí fue la primera  vez que se expuso esta muestra.

Con respecto a los títulos de cada grabado, señala, ya los había puesto Zalce, no obstante, la investigación que aparece en las cédulas fue posterior. “Los textos los realizó el arqueólogo Donald McVicker en los años 90”.

EXPOSICIÓN. El recorrido inicia con el nacimiento de Quetzalcóatl y la muerte de su madre; “el héroe trágico que es huérfano, luego matan al papá. Si lo vas viendo es una novela gráfica", señala la hija del artista.

A través del camino del héroe, explica, los grabados establecen relación entre los personajes de la mitología y la historia del imperio tolteca.

La coleccionista opina que esta muestra se relaciona con el actual contexto latinoamericano en cuanto a que hay una lucha, un ideal.

“Quetzalcóatl representa la parte luminosa de un pueblo y Tezcatlipoca la parte oscura, engañosa. Es mucho lo que parece que el neoliberalismo iba a ser: algo muy bonito, que la globalización iba a ser preciosa y todos íbamos a ser como hermanitos, pero se nos olvidó que Caín mató a Abel, y es  un poco lo mismo”.

Agrega que al ver toda la secuencia, ésta  tiene mucho que ver con nuestra realidad, pero destaca una esperanza:

“En México creemos que Quetzalcóatl ha de volver, de la misma manera en que decimos que Zapata no ha muerto —tenemos la exposición aquí abajo y no fue chiripa—; cuando ves lo que pasa en América del sur, es muy fuerte, pero hay esperanza de acabar con la negra noche”.

Si bien no puede asegurarlo, o señalar específicamente en la obra, está convencida de que la serie tiene una dimensión política, pues era una característica de Alfredo Zlace.

“Mi papá siempre tuvo el pueblo en los ojos, hasta el último momento y hoy nos sigue mostrando nuestra historia, nos sigue dando lecciones de sencillez, de contundencia, de compromiso”.

► Entrada Gratuita. Horario de visita: lunes a sábado de 10:00 a 18:00 horas å Domingo de 10:00 a 14:00 horas