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Alistan censo clave para saber si el ajolote se ha recuperado

Investigadores de la UNAM buscan financiamiento para el trabajo de investigación que mostrará sí las medidas de conservación funcionaron. Su población pasó de 6 mil por km2 a 34 en menos de dos décadas.

Investigadores de la UNAM buscan financiamiento para el trabajo de investigación que mostrará sí las medidas de conservación funcionaron. Su población pasó de 6 mil por km2 a 34 en menos de dos décadas.

Alistan censo clave para saber si el ajolote se ha recuperado

Alistan censo clave para saber si el ajolote se ha recuperado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Investigadores de la UNAM alistan un nuevo censo de ajolotes en los canales de Xochimilco, el cual esperan demuestre la desaceleración con la que ha decrecido su población en dos décadas: en 1998 se estimaban seis mil especímenes por kilómetro cuadrado, en tanto que el último, realizado en 2014, estimaba cerca de 34.

En entrevista, Luis Zambrano, del Instituto de Biología, señala que el nuevo censo podría arrojar datos positivos y dará evidencia de que las medidas tomadas por los investigadores con organizaciones civiles y pobladores han rendido frutos. Lo único que mantiene paralizado el censo es la falta de financiamiento para hacerlo, pero después de que lo lleven a cabo, los científicos sabrán si el axólotl se está recuperando, estabilizó su decrecimiento o sigue “en franca caída”.

El científico espera ver resultados positivos, puesto que desde el último censo se han llevado a cabo diversas medidas de conservación, principalmente el establecimiento de chinampas refugio, donde el agua no está contaminada. Otros trabajos son la reducción de carpas y tilapas, especies invasoras que se han vuelto sus principales depredadores; además de la disminución de la urbanización legal e ilegal y, finalmente, el mejoramiento en la calidad del agua.

Zambrano es optimista y está esperanzado, si bien es probable que las poblaciones no se hayan recuperado, sí cree que la reducción se estabilizó y ya no es tan dramática, con lo cual se gana valioso tiempo para una siguiente fase del proyecto. “Estamos esperanzados, puesto que ha habido un cambio en la gente en los últimos seis años: ya se preocupa por el medio ambiente y las especies que habitan en él”.

En su laboratorio del Instituto de Biología, Zambrano y su equipo estudian a los ajolotes en estanques y peceras donde han crecido varias generaciones. Sin embargo, explica, tener un ajolotario no significa que estén reproduciendo a la especie para repoblar los canales de Xochimilco, puesto que la poca variabilidad genética de los especímenes de laboratorio y su susceptibilidad a enfermedades sólo generaría un problema ecológico mayor. Sólo con la especie totalmente extinta en su medio ambiente se podría llevar a cabo esa reintroducción.

La clave para la recuperación del ajolote es el restablecimiento de su medio ambiente, lo que significa a su vez la recuperación de un sistema productivo de chinampas sustentable. Aquí el reto es mayor, puesto que por una parte la mayor parte de la producción chinampera emplea herbicidas y contaminantes que fluyen por los canales de los ajolotes; por otra, no hay interés por recuperar la actividad ya que no es redituable y los apoyos a la producción se vuelven clientelares, enfatiza Zambrano. Adicionalmente, el tipo de turismo que se lleva a cabo también genera un impacto negativo en todo el ecosistema.

El trabajo de las asociaciones civiles con los chinamperos, así como la investigación y medidas de conservación empleadas por los científicos verá resultados con el próximo censo del ajolote, el cual, sobra decir, será clave para las medidas que se adoptarán en los próximos años.

ORGULLO CHINAMPERO. Pero para mejorar la calidad del agua, se requiere detener las construcciones y asentamientos, legales e ilegales, del lugar, no sólo casas sino incluso canchas de fútbol. “Hay muchísimas, incluso la Marina tiene un grupo. Son muy populares, los equipos llaneros pagan hasta dos mil pesos por partido, es un buen negocio a diferencia de producción chinampera. Hay clubes completos, es muy grave, puesto que el sitio es Patrimonio Cultural de la Humanidad por tener chinampas, no canchas de futbol".

Por otra parte, la recuperación de la producción chinampera tradicional es clave, señala, y hay que convencer a la población de volver a cultivar. Sin embargo, existen muchas chinampas abandonadas, si bien por la degradación de su suelo, también porque no son redituables en términos económicos ni sociales: “la gente no está orgullosa de ser chinampera. Hay que promover ese orgullo y dar apoyos, pero no con medidas clientelares, que han predominado”.

También hay una nueva visión en la producción local y orgánica, que ha sido de interés de los restauranteros, por lo que Zambrano se mantiene positivo y resalta que es un momento clave cultural y socialmente para promover el proyecto de Refugio Chinampa. “Funcionará bien si no sucumbe ante grillas y politiquería barata”.