Opinión

Alternativa a las pruebas de COVID-19

Artículo de Mayra de la Torre (Premio Nacional de Ciencias), en colaboración con Jorge Rocha y Yax'kin Coronado

Alternativa a las pruebas de COVID-19

Alternativa a las pruebas de COVID-19

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La detección oportuna de personas infectadas por COVID-19 es fundamental para controlar la transmisión del virus en poblaciones. Sin embargo, las pruebas de PCR y antígenos no son accesibles para todos. ¿Sabías que hay un método para detectar, en una sola prueba de PCR, el nivel de contagios de toda una población?

Estudios científicos han mostrado que el virus SARS-CoV-2 está presente en las heces fecales de pacientes tanto sintomáticos como asintomáticos y pre-sintomáticos. A partir de este hallazgo, se ha detectado al virus en aguas residuales urbanas, lo cual es una estrategia barata para detectar incrementos de casos activos en poblaciones. Además, estos incrementos se pueden detectar con una semana de anticipación en comparación a los registros de salud pública, dado que estos últimos normalmente detectan solo a las personas con síntomas.

Numerosos estudios científicos han dado seguimiento al virus en aguas residuales de diferentes ciudades. A la fecha se acumulan 2500 sitios de muestreo en 55 países del mundo. De hecho, algunos gobiernos municipales, empresas, o universidades han adoptado esta herramienta para dar un seguimiento a los contagios, lo cual les permite realizar pruebas PCR enfocadas en la población de riesgo, y confinamientos inteligentes. Desafortunadamente, en México los esfuerzos de investigación para darle seguimiento a la pandemia en aguas residuales son muy pocos y no han sido retomados por los gobiernos locales.

En el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) Unidad Hidalgo, propusimos que el Valle del Mezquital, Hidalgo, tiene características especiales para el seguimiento de SARS-CoV-2 en aguas residuales. En esta región agrícola, se reciben aguas negras de CDMX, que son tratadas parcialmente y distribuidas en ríos y canales para regar cultivos. Es un recurso fundamental para el desarrollo socioeconómico de la región, pero también es un riesgo sanitario y ambiental. Por esto, con el apoyo del CONACyT se estudió la presencia del virus en aguas para riego, suelos y alimentos cosechados en el Valle del Mezquital.

Nuestros resultados muestran que el virus está presente en los ríos Tula, Salado y Tepeji, así como en aguas de canales de riego, que reciben flujos de aguas residuales de CDMX y/o de municipios de Hidalgo. ¿Es un riesgo para los consumidores? No creemos que sea un riesgo mayor, pero de todas formas se deben cuidar las prácticas para proteger la salud de los productores que utilizan aguas residuales; por otro lado, en casa las verduras frescas (cosechadas en cualquier sitio) deben ser lavadas o desinfectadas para evitar el riesgo de transmisión de cualquier patógeno, incluido el SARS-CoV-2.

¿Cuál es la importancia de la investigación? Con nuestros resultados, generamos por primera vez un modelo matemático que describe la dispersión a nivel geográfico del virus en flujos abiertos. Esto es relevante para predecir la dispersión del virus en otras áreas donde se utilizan aguas residuales para riego, por ejemplo, en los estados de Morelos, Colima o Puebla, así como en prácticamente todos los países en vías de desarrollo, principalmente en Asia y África. Además, esta experiencia adquirida en laboratorios mexicanos, puede ser aprovechada por autoridades de salud para la detección de sitios con incrementos en casos activos, para llevar a cabo confinamientos inteligentes o priorizar los esfuerzos de vacunación.