Opinión

AMLO, el redentor de los corruptos

AMLO, el redentor de los corruptos

AMLO, el redentor de los corruptos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando Andrés Manuel López Obrador le abrió las puertas de su partido a toda la gente que desee formar parte de esa institución y así engordar su militancia y asegurar mejores números en las próximas elecciones, nunca pensó en la calidad de personas que en ella entraría.

Cómo olvidar aquel discurso del líder nacional de Morena perdonando al ex presidente municipal de Villahermosa, Tabasco, Evaristo Hernández Cruz, a quien primero lo señaló de corrupto y después anunció que lo perdonaba, ya que había tomado la decisión de sumarse a su lucha y eso lo exonera. “Todo el que está en el PRI y decide pasarse a Morena, y se arrepiente de todo lo que pudo haber hecho mal, nosotros pensamos que se le debe de perdonar”, decía el redentor.

Así mismo, hace unos meses, Obrador lanzó un llamado a quienes él mismo etiquetó como la Mafia del Poder y les dijo que, “a pesar del daño que le han hecho al pueblo y a la nación, en Morena no les guardamos ningún rencor y les aseguramos que ante su posible derrota en 2018, no habrá represalias o persecución para nadie” y agregó que en su partido declaraban una “amnistía anticipada…”.

Por si fuera poco, apenas Andrés Manuel volvió a suplicar que abran las puertas de su movimiento a todos aquellos que deseen sumarse y firmar su “Acuerdo Político de Unidad”, invitación que ha sido insistente y que dio pie a que los medios de comunicación, luego de una investigación, publicaran que hasta el momento 114 políticos, que ahora son morenistas, tienen nexos con el narcotráfico, homicidios y/o cuentan con un pasado oscuro. ¿Será que la misericordia de Obrador a delincuentes es una estrategia para lavar la imagen de innombrables y así hacerse de más recursos y engordar las filas de Morena?

Si lo publicado por los medios no fuera verdad, y para las pulgas del Peje, éste ya hubiera hecho uso de su derecho de réplica para desmentir o aclarar a los reporteros que se dieron a la tarea de indagar nombres y apellidos, pero no lo ha hecho por la sencilla razón de que el presidente de Morena ha declarado que cada persona que se integra a su partido es revisada, caso por caso, y por eso no puede fingir demencia y desmentir a quienes están diciendo la verdad.

Para ser más directos, Obrador sabía en todo momento quiénes se van sumando a él, caso por caso, y para muestra un botón de otra declaración del Peje en donde decía lo siguiente: “Si Salinas quisiera inscribirse a Morena, pues no, ni Fox, ni Calderón, ni Peña, pero otros, se revisaría el caso” e incluso dijo que habría quienes ni siquiera pasarían por aduana para ser parte de su partido por lo que López, está consciente de las fichitas tiene al interior de su estructura.

En fin, lo que estamos viendo en López Obrador es un personaje que porta distintas máscaras o caretas que va usando de acuerdo al público al que se está dirigiendo; de repente dice repudiar la corrupción y después, da la bienvenida a gente que ya no cabe en otros partidos por su mal historial.

Asímismo, hace unos días llamó amigo a Carlos Salinas de Gortari, al ser cuestionado por la relación y amistad del ex presidente con simpatizantes de Morena, a lo que Obrador contestó: “los amigos de mis amigos son mis amigos”, declaración que echa abajo sus afirmaciones de que él “no es un peligro para México, sino sólo para los corruptos” y desde aquí decimos, que le crean quienes no lo conocen, pues con esos amigos, no es un peligro ni para delincuentes ni para corruptos.

Como estos casos hay muchos, que por falta de espacio no sería posible mencionar aquí, pero creo que estas líneas describen al insólito hombre que cada que le conviene cambia discursos, ideología, proyectos y doctrinas, demostrando una contradicción bárbara entre su retórica y sus hechos.

Ése es el hombre que en un raquítico evento del domingo, dijo que anhela cambiar a México, como si nuestra nación fuera sólo un discurso o pensamiento al que cambia y arregla en cada mitin, como si el país necesitara de contradicciones o barbarismos de esa índole para hacer justicia, como si a los mexicanos nos hiciera falta un redentor de los corruptos que tanto han dañado a los que menos tienen.

Y de Pilón:

Si bien la captura de Tomás Yarrington en Italia es un certero golpe a la impunidad, en México no tenemos mucho que celebrar, pues la experiencia nos ha mostrado, que el arresto de algún funcionario, vuelve perezosa a la justicia mexicana, misma que al conformarse, deja de lado muchos pendientes, esperemos no sea el caso y pronto celebremos de verdad cuando caigan también Javier Duarte, Roberto Borge, César Duarte, entre muchos otros más.

Twitter: @julioc_moreno