Opinión

Amor de madre (segunda parte)

Amor de madre (segunda parte)

Amor de madre (segunda parte)

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Ser feliz implica reconocer que tienes ciertas habilidades únicas, diferentes a las de los demás, y que estas son tus instrumentos en la vida para triunfar, que eres irrepetible entre más de 7000 millones de habitantes sobre la tierra, que tus características son específicas y originales y que siempre será tu responsabilidad el decidir cómo usarlas.

Ocúpate en ir descubriendo cómo vas cambiando y por qué. Date cuenta de tu propio crecimiento interior, pero lo más importante, trata de dirigirlo hacia metas superiores. Descubre las cosas que te agradan y las que no, procura las primeras y aparta de tu vida las segundas.

Analiza tus emociones y trata de no vivir en la superficialidad. Profundiza en tus sentimientos, vibra con la intensidad de tus alegrías o aún de tus tristezas, esto te hará sentir orgulloso de transitar esta vida, que si bien es difícil, es maravillosa con todo y sus vaivenes.

Trata de encontrar el verdadero significado de todo lo que te rodea, así como de los eventos que te suceden, obteniendo de todo ello las lecciones que tienes que aprender para tu progreso y evolución.

La felicidad como el amor tiene muchos caminos para llegar a ella. Para empezar hay que ser feliz con uno mismo, porque quién tiene dicha estando solo, puede ser feliz con cualquiera. Quien no tiene contento solo, no es feliz con nadie.

El gozo se acrecienta con el orden, la naturaleza, la limpieza, la belleza, el asombro por la Creación. El conocimiento que nos aportan el estudio, el arte y la sabiduría, también producen alegría.

Algunas personas encuentran la felicidad en la realización de sus ideales, políticos, sociales o religiosos, lo importante es preguntarte siempre,

¿Yo cómo y de que manera soy feliz? Entonces trata de ir tras ello, no desviándote nunca del camino del bien.

El amor y la amistad por supuesto que nos brindan felicidad, pero es ahí, por los miedos que abrigamos, donde tenemos a menudo más conflictos. En ese terreno hay que ser sinceros y soltar nuestras emociones para que fluyan libremente.

Construir, defender y perseverar en nuestros propósitos con una actitud de alegría constante, también produce felicidad.

Se dice que quién es verdaderamente pobre y débil, es aquel que está rodeado de todo lo que ambiciona y no se da cuenta que ya lo tiene todo, porque no tiene la capacidad de gozar todo lo que le habita interiormente. Buscar la dicha en factores externos como la fama, la fortuna o los honores sin haberse preparado espiritualmente para recibirla. Es causa de la debacle de muchas vidas.

En cambio, quien utiliza las bendiciones que tiene para el bien, es quien sabe que su valía no se cifra en nada externo, sino en la grandeza que le habita.

Amado hijo, cuando eras pequeño creía que eras mío y que estaríamos juntos mucho tiempo, ahora sé que Dios me utilizó para construir tus alas y enseñarte a volar, que tú tienes un destino, que perteneces al mundo, a tus decisiones, y a tu futuro, el que estás labrando día a día con esfuerzo y preparación constante y que habrá de conducirte a la plenitud de tu vida.

Mail:corzoalma17@yahoo.com