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Andrew Cuomo, el gobernador que tocaba a las mujeres

Creyó que negarlo todo funcionó, pero esta semana la fiscalía de Nueva York soltó la bomba con una acusación formal, y ahora enfrenta un juicio político y una causa penal.

Andrew Cuomo, el gobernador que tocaba a las mujeres

Andrew Cuomo, el gobernador que tocaba a las mujeres

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En noviembre de 2020, Andrew Cuomo, el gobernador de Nueva York, era feliz. Hacía meses que las críticas porque su estado fuera el epicentro mundial de la pandemia se habían transformado en elogios por su buena gestión –no sin ciertas manchas—, hasta el punto que, si no fuera porque ya era demasiado tarde para eso porque las elecciones presidenciales acababan de pasar, alguno lo hubiera querido proponer.

Quién sabe si hasta pensaba en las presidenciales de 2024; de hecho las fechas le encajarían a la perfección, pues su mandato expira a finales de 2022 y las primarias demócratas empezarán en junio de 2023, cuando el presidente Joe Biden tendrá ya 80 años. Cuomo tiene 63.

En esas fechas fue cuando invitó a una de sus asistentes a la residencia oficial de gobernación. En teoría la cita era de trabajo, pero terminó en pesadilla para la joven. El gobernador pasó su mano por debajo de la ropa de la mujer y le manoseó los pechos. Para Cuomo, acostumbrado al aura de impunidad que dan los cargos de poder, especialmente a un hombre blanco y heterosexual, esto no era nada particularmente raro ni malo. Ni mucho menos creyó que podría acabar con su carrera política. Pero estaba equivocado.

Charlotte Bennet, Anna Ruch y Lindsey Boylan, las tres mujeres que se atrevieron a denunciar el acoso de Cuomo en marzo (Imágenes de sus redes sociales).

Las mujeres, la mayor parte de ellas, trabajadoras del mandatario neoyorquino, se hartaron de aguantar sus miradas, indirectas, sugerencias, insinuaciones, cuando no directamente tocamientos, y pocas semanas después de esa machista cita en la residencia oficial, las denuncias empezaron a sucederse.

La primera llegó en diciembre, cuando Lindsey Boylan, quien había sido asistente del gobernador, dijo en redes sociales que Cuomo “abusó de su poder” y la estuvo acosando sexualmente “durante años”. Nadie hizo demasiado caso a la joven hasta que, a finales de febrero, volvió a lanzar la denuncia y lo hizo de manera más contundente: "Ha creado una cultura dentro de su administración en la que el acoso sexual y la intimidación están tan generalizadas que no sólo se tolera, sino que se espera", dijo Boylan.

La mujer describió episodios que muestran actitudes claras de depredador sexual. “Vamos a jugar al strip póker”, le dijo el gobernador en una ocasión, relató en un post que escribió Boylan en la plataforma Medium. También describió como, en otro desagradable episodio de 2018, Cuomo la besó sin permiso tras una reunión de trabajo sobre infraestructuras y cuestiones económicas en el despacho de él. "Cuando me levanté para irme y caminaba hacia la puerta, se paró frente a mí y me besó en los labios. Estaba en shock, pero seguí caminando", relata Boylan.

INSINUACIÓN SOBRE MÓNICA LEWINSKY

En otra ocasión en 2016, Cuomo invitó a Boylan a una cena navideña en su residencia oficial y cuando le daba un tour por la casa le mostró una caja de puros: “Me dijo que el presidente Clinton se la había dado mientras se desempeñaba como Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano. La referencia al romance del presidente Clinton con Monica Lewinsky no me pasó desapercibida”, explica la mujer, de 36 años.

Pocos después del episodio del beso no deseado, Boylan renunció. Fue entonces cuando relató lo ocurrido a otra compañera de trabajo en el gabinete de Cuomo, y para su sorpresa, esta le confesó que el gobernador demócrata también la había acosado, laboral y sexualmente.

El relato de Boylan lo retuiteó Charlotte Benett, de 25 años y también exasesora del gobernador, quien tres días después accedió a explicar al New York Times el infierno que había vivido trabajando para el político: El 5 de junio de 2020, explicó, cuando estaban ambos solos trabajando, Cuomo le preguntó por qué no traía anillo de bodas, si creía que la diferencia de edad importaba en las relaciones amorosas, y le comentó que él estaba abierto a tener sexo con mujeres veinteañeras, lo que ella interpretó claramente como una insinuación.

Benett asegura que Cuomo nunca la tocó, pero asegura que entendió que el gobernador quería tener sexo con ella, y que se sintió “terriblemente incómoda y asustada”. Finalmente contó lo sucedido al jefe de gabinete del político demócrata, Jill DesRosiers, y la transfirieron a otro cargo como asesora de política sanitaria, donde sigue trabajando y dice estar contenta. Por ello, decidió no insistir en una investigación contra Cuomo, dijo al diario neoyorquino.

“AGRESIVA"

Tras días de tormenta política, en la que el político se limitó a negar las acusaciones a través de Twitter, el 2 de marzo una tercera mujer relató un episodio de acoso: Anna Ruch, de 33 años, asegura que durante una boda en 2019, le pidió una fotografía juntos a Andrew Cuomo. Lo acababa de conocer dando un discurso en el enlace de unos amigos y le había caído bien. El gobernador respondió acariciándole la espalda baja, que el vestido dejaba desnuda, y cuando le retiró la mano, este respondió asegurando que ella parecía “agresiva” y colocó sus manos en las mejillas de ella. “¿Puedo besarte?”, le preguntó el político a viva voz; Ruch se retiró bruscamente mientras él acercaba sus labios a los de ella.

Andrew Cuomo, acosando a Anna Ruch durante una bonda en 2019, en una imagen privada que una amiga de la joven envió al New York Times.

“Estaba muy confundida, atónita y avergonzada”, explicó Ruch al New York Times, que consiguió el testimonio de una amiga de la joven que corroboró que escuchó las palabras de Cuomo.

TODO MENTIRA

El 3 de marzo, cuando la presión se hizo insostenible, Cuomo convocó una rueda de prensa, en la que siguió negando haber acosado o abusado sexualmente de nadie (el testimonio del encuentro del abuso de noviembre de 2020 aún no se conocía), pero hizo leves concesiones. "Entiendo que actué de una manera que hizo a la gente sentirse incómoda, no fue intencionado y franca y profundamente pido perdón por ello, me siento muy mal", dijo.

Cuomo aseguró sentirse "avergonzado" y dijo que "nunca" fue consciente "en esos momentos" de que lo que estaba haciendo está mal. El gobernador dijo que colaboraría con la investigación que la fiscalía neoyorquina acababa de anunciar y dio el asunto por zanjado.

La polémica le siguió unos días porque se supo que su hermano, Chris Cuomo, un famoso y reputado presentador de la cadena CNN, le había ayudado a planear la estrategia de defensa: Mantenerse firme a toda costa, y diversos medios estadunidenses señalaron la falta de ética del periodista. Sin embargo, aquí quedó el asunto. Hasta ahora.

UN INFORME DEMOLEDOR

Este martes 3 de agosto la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó el informe anunciado cinco meses atrás, que concluyó, con 165 páginas, 179 testimonios y 74 mil pruebas, que el gobernador tuvo una "conducta que corroe cada tejido y el carácter de nuestro Gobierno estatal, y aporta luz sobre la injusticia que puede estar presente en los más altos niveles del gobierno".

La fiscal general de Nueva York, Letitia James, el martes 3 de agosto en la presentación del informe contra el gobernador Cuomo (EFE / EPA / Justin Lane).

En total hay 11 mujeres que han dicho a la fiscalía que Cuomo las acosó, incluyendo a la asesora que denunció los tocamientos de noviembre de 2020, cuya identidad no se ha conocido porque aún trabaja en el gobierno estatal.

Las acciones de Cuomo "no fueron incidentes aislados, sino parte de un patrón" de comportamiento, sentenció uno de los investigadores independientes, Joon Kim, exfiscal del estado, quien denunció que el gobernador también acosó a una agente estatal que le ofrecía servicios de protección.

FINAL ABRUPTO

Aunque el gobernador insiste en negar todos los delitos de los que se le acusa, esta asesora anónima presentó el viernes una demanda penal contra Cuomo ante los juzgados del Estado, y el mismo martes, tras publicarse el informe, el presidente Biden se resignó y finalmente le pidió que dimita. También importantes líderes sindicales y hasta otros gobernadores de estados vecinos le han retirado su apoyo. Y a efectos prácticos, lo más importante es que también los propios legisladores demócratas de la Asamblea de Nueva York han impulsado un juicio político en el que trabajarán con los republicanos para destituir a Cuomo, algo que ahora parece seguro.

El gobernador no vio venir la crisis por la COVID-19, pero sus acciones más conscientes son las que terminarán costándole su carrera, y eso sí podría haberlo intuido.

marcelsanroma@gmail.com