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“Surgió mi profesión como una circunstancia, porque me fui a Estados Unidos de manera ilegal buscando una mejor vida, se me dio la oportunidad de trabajar en un restaurante, ya que eran los mejores pagados en aquella época, siendo indocumentado era lo que había, y estando en la practica fue como me enamoré de este estilo de vida”, recordó.
“Es un reality lleno de habilidad y dominio sobre el fuego, pero sobre todo, mucho aprendizaje, cada programa se convierte en una historia. Los retos se vuelven cada vez más dinámicos y son diseñados para que los competidores puedan exponer sus habilidades”, platicó.
La cocina en Parrilleros 2 deja de ser una cuestión de género: “Todos podemos agarrar y prender una lumbre y nosotros como hombres, nos vamos desenvolviendo en esta aventura y este programa es así, abierto a todo y cada uno demostrando el nivel en el que están, no importa si es hombre o mujer”, enfatizó.
“Es parte de la comunidad que creamos todos los parrilleros, el poder tener ese toque de hacer las cosas de corazón y eso me ha llevado a compartir mi profesión con personalidades importantes”, narró.
Las parrillas ya están encendidas y para Livier es una pista de baile “para poder echar humo de la mejor manera hacia el televidente. El propósito de todo aquel que se dedica a cocinar, es compartir lo que sabe y lo verdaderamente feliz que puede ser el llegar a la pantalla y que conozcan las destrezas de todos en la cocina”, contó.
“Es muy curioso ver lo que los participantes despiertan desde el momento que agarran un utensilio o se ponen en el mandil, en la primera temporada me lleve una gran tarea y platillos nuevos que incluso he puesto en mi negocio y casa, son cosas que incluso se ejecutan con la familia”, concluyó.
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