Opinión

Aproximación al exilio español y a la obra de Vicente Rojo desde distintas ópticas

Aproximación al exilio español y a la  obra de Vicente Rojo desde distintas ópticas

Aproximación al exilio español y a la obra de Vicente Rojo desde distintas ópticas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Vicente Rojo. 80 años después. Cuaderno de viaje de Francisco Rojo Lluch en el vapor Ipanema. Burdeos-Veracruz, junio-julio de 1939, es la nueva publicación de El Colegio Nacional, cuyo título corresponde al catálogo de la exposición homónima que preparó el colegiado en 2019 como parte de la conmemoración de los ochenta años del exilio español en México organizada por esta institución, muestra que desde noviembre de 2020 comenzó su itinerancia nacional en Veracruz para continuar el presente año por Monterrey, Guadalajara y Cuernavaca.

La publicación que se encuentra disponible en librerías, integra las piezas que conforman dicha exposición y recrea simbólicamente el trayecto de Francisco Rojo Lluch, padre de Vicente Rojo, de Burdeos a Veracruz a mediados de 1939. Para su elaboración, Rojo recuperó fragmentos de fotografías y otros documentos históricos, entre ellos el diario de a bordo del vapor Ipanema.

El libro incluye una presentación de Adolfo Martínez Palomo, miembro de El Colegio Nacional y tres textos que se aproximan al exilio español y a la obra de Rojo desde distintas ópticas. El colegiado Javier Garciadiego presenta una revisión histórica del exilio español; Marco Barrera Bassols hace un recuento autobiográfico sobre su relación con los exiliados y con la obra de Rojo; y Amanda de la Garza analiza el lugar de Cuaderno de viaje en la vasta producción del artista mexicano.

Este material “es sin duda una excelente forma de perpetuar en papel la remembranza nostálgica de un episodio más de esa histórica y trascendental simbiosis entre México y España iniciada en 1939”, escribe Martínez Palomo en su apartado, en el que, además de plasmar lo que cada autor aporta al contenido del libro, alude al legado del exilio español a lo largo de 80 años, recuerda la lectura de poemas de León Felipe durante la semana dedicada a este tema en el Colegio Nacional y sintetiza las aportaciones de los recién llegados a la educación, las ciencias, artes y humanidades, así como experiencias de algunos transterrados.

Por su parte el historiador Javier Garciadiego, quien ofrece datos sustanciales del padre de Vicente Rojo, realiza un análisis del perfil de los exiliados, habla de sus profesiones, sus aportaciones, y del modo en que gracias al lenguaje los recién llegados pudieron integrarse inmediatamente a la actividad laboral, además de aludir a un determinante factor político del cardenismo.

“Llegaron cuando comenzaba la modernización de México y sus aportes fueron imprescindibles. Incluso debemos dejar de preguntarnos si fue una oportuna casualidad, una simple coincidencia, que llegaran en ese momento de nuestra historia, pues es obvio que ésta era la razón última de la estrategia cardenista. Por lo tanto, estos exiliados deben ser vistos como participantes esenciales en la construcción del México moderno. No tengo la menor duda: más que simples beneficiarios, fueron protagonistas de ese proceso, hombro con hombro con muchos mexicanos. La perspicacia de Cárdenas y de sus principales allegados fue notable. Ellos sabían que no sólo se les necesitaba en el ámbito educativo. Lo tenían muy claro: se les requería también en lo que muchos llaman “el mundo del trabajo”, según lo consigna el colegiado en el capítulo titulado “Francisco Rojo Lluch, exiliado en México”.

La curadora Amanda de la Garza, ofrece un nutrido panorama sobre la obra artística de Vicente Rojo, realiza un acercamiento a las piezas que conforman la exposición y aborda características de algunos libros de su autoría, entre otros temas.

“Cuaderno de viaje es un contenedor de collages y de pinturas en pequeño formato que convocan la materialidad de la pintura como principio. Las texturas, superficies amalgamadas y rugosas, son al mismo tiempo una idea, un recuerdo y una aparición; son precisamente la recreación de la materia de la que habla García Ponce al referirse a la pintura de Rojo, unas veces silenciosa y otras llena de estruendo y fragor. Este cuaderno en su vocación múltiple es una carta y una crónica de la propia vida, ambas formas literarias indefectiblemente atravesadas por la escritura y el lenguaje, aquél fraguado a través del tiempo por Rojo.”, menciona la especialista en el capítulo “Ipanema es el nombre de un diario”.

Marco Barrera Bassols destaca la participación de su abuelo Narciso Bassols, de la diplomacia mexicana y del cardenismo en la recepción del exilio español; en el capítulo “Cuaderno de viaje: una historia pictórica”, concluye: “Me resulta indescriptible la fuerza de esta serie que regresó a Vicente a ser gestualmente menos abstracto —si eso existe en la pintura— y que realizó casi como una historieta pictórica”.

Cuaderno de viaje de Francisco Rojo Lluch en el vapor Ipanema. Burdeos-Veracruz, junio-julio de 1939, de Vicente Rojo, nueva publicación de El Colegio Nacional, se encuentra disponible en librerías.