Miles de manifestantes se reunieron hoy en el centro de Argel, capital de Argelia, para mantener la presión sobre el presidente Abdelazziz Bouteflika, a quien exigen que abandone el poder debido a que sus condiciones de salud le impiden ejercer sus funciones.

La masiva protesta de este viernes cierra una semana difícil para el gobierno del veterano líder argelino, ya que en estos días perdió el respaldo del poderoso Ejército del país y del partido político que ha sido su histórico aliado, que pidieron su destitución, argumentando su imposibilidad de gobernar.

Se estima que hasta un millón de argelinos tomaron las calles para exigir, por sexto viernes consecutivo, la renuncia inmediata de Bouteflika, y aunque la protesta se desarrolló en relativa calma, la policía lanzó gases lacrimógenos contra la multitud cuando intentaba dirigirse hacia la sede de la Presidencia.

Bouteflika, un veterano de la guerra de independencia de Argelia muy respetado como héroe y como símbolo de estabilidad en el país, enfrenta la mayor crisis de su gobierno de 20 años, con masivas manifestaciones que demandan un cambio radical en el sistema político, social y económico.

Las protestas comenzaron a finales de febrero pasado, luego de que el gobierno anunció que Bouteflika, de 82 años de edad y con secuelas de una isquemia cerebral que le impiden hablar y caminar desde 2013, buscaría un quinto mandato en las próximas elecciones presidenciales.

Aunque el gobierno informó días después que Bouteflika retiró su candidatura, las protestas se intensificaron porque al mismo tiempo anunció el aplazamiento indefinido de los comicios y que el presidente se mantendría en el cargo hasta que se celebrara la nueva elección y se revisara la Constitución.

Los manifestantes, la mayoría de ellos jóvenes, buscan el cambio de todo un viejo sistema político para que el país sea dirigido por una nueva generación de líderes capaces de modernizar al país petrolero y con ello brindar una vida mejor a la población.

A principios de esta semana, el jefe del Estado Mayor del ejército, general Ahmed Gaed Salah, pidió al Consejo Constitucional que dictamine si Bouteflika está en condiciones de cumplir sus responsabilidades como presidente del país, y que de no estarlo lo destituya bajo el artículo 102 de la Carta Magna.

El Consejo Constitucional podría determinar que Bouteflika está demasiado enfermo para ejercer plenamente sus funciones y pedir al Parlamento que lo declare no apto. Si los legisladores lo ratifican, el presidente de la Cámara alta, Abdelkader Bensalah, asumiría el cargo de manera provisional.

havh