Cultura

Artistas visuales independientes deben replantearse su futuro: Tamara Ibarra

ENTREVISTA. La artista y gestora de arte fundó la plataforma YEI para Espacios Independientes de Arte Contemporáneo, señala los espacios y proyectos independientes estaban basados en la idea de comunidad y colaboración, pero ahora no sabemos si seguirán estos proyectos

Artistas visuales independientes deben replantearse su futuro: Tamara Ibarra

Artistas visuales independientes deben replantearse su futuro: Tamara Ibarra

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Uno de los sectores culturales más vulnerables ante la actual pandemia del COVID-19, es el de las comunidades de artistas visuales independientes. Tamara Ibarra, artista y gestora de arte fundó en el 2014 la conocida plataforma YEI para Espacios Independientes de Arte Contemporáneo, y para quién esta pandemia, en su primera etapa del 2020, hizo que todos los proyectos se detuvieran de golpe, pausa que según ella “no sabemos todavía si va a implicar la desaparición de proyectos”.

Para Ibarra, los espacios y proyectos independientes estaban basados en la idea de comunidad y colaboración; no obstante, al no ser un sector económico, sino basado en relaciones afectivas y de trabajo, “fue muy lento el replanteamiento de cómo continuar; los proyectos que dependían del encuentro directo de personas se tuvieron que reducir al grupo central vinculado a ellos. Antes, en la normalidad, la atención estuvo muy centrada en la Ciudad de México; creo que el interés se fue hacia los proyectos en provincia, por qué ellos aprovecharon la crisis para exhibir más y hacer mayor cantidad de eventos digitales; tal y como pasó en el primer momento de la pandemia que hubo una explosión de actividad digital, en Instagram sobre todo”. Ante esta ebullición, Ibarra señala que entre los nuevos proyectos independientes en prácticas digitales —y que antes no eran tan visibles o habían tenido la atención necesaria— surgieron nuevas cuentas de memes, ferias digitales en ventas de fanzines, conversatorios, etc.

Tamara considera que los proyectos digitales tuvieron sus meses de auge, pero finalmente terminaron diseminados ante la abrumadora oferta del internet, “la escena independiente tiene que replantearse cómo van a recuperar esa atención ahora que todos hemos tenido que adaptarnos al uso de nuevas tecnologías, como van a volver a captar ese público que tuvieron durante el inicio de la pandemia”.

RECONFIGURACIÓN El efecto capital de esta situación es la reconfiguración de la comunidad independiente; Ibarra observa, “hay una pérdida de proyectos independientes en la Ciudad de México que se tuvieron que ir a otros estados, ya sea por economía o por que no ven cómo van continuar sus proyectos en la capital”; así, ante la migración, la interrupción de actividades e incertidumbre por la posible desaparición de proyectos, han surgido diversos apoyos. La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, lanzó en noviembre del 2020, el Programa de Apoyo a la Comunidad Artística Afectada por la Pandemia COVID-19, consistente en 533 ayudas económicas de 3 mil pesos, pero con la condición de que el artista realizaría un vídeo que sería subido temporalmente a la plataforma digital gubernamental, Capital Cultural en Nuestra Casa. Ibarra considera que “estos montos eran muy bajos, además sin posibilidad de volver a concursar; la iniciativa privada fue de mayor apoyo para la comunidad independiente”.

Esto alude al Fondo de Apoyo PAC / Covid-19, 2020, del Patronato Arte Contemporáneo, PAC, el cual proporcionó 20 mil pesos a cerca de 140 colectivos y artistas de 20 estados en dos convocatorias durante mayo y junio del 2020; Ibarra señala que con la finalidad de responder a necesidades inmediatas, la implementación de este programa trajo consigo una rápida reconfiguración del PAC, “fueron apoyos pequeños para organizaciones y artistas, incentivo que no iba necesariamente dirigido al proyecto sino al artista que iba a generarlo; es otro tipo de percepción del trabajo, a quién estás apoyando y de qué manera. Eso fue importante e interesante en el sentido de que seguía siendo el mismo sector independiente al que se beneficiaba, pero no era para la producción del proyecto, sino para resolver asuntos básicos y poder seguir el proyecto, lo cual me pareció una propuesta sensible, sin embargo, no se puede depender de las pocas becas que existen, como la de BBVA-MACG, Fundación Jumex, el PAC o el FONCA, las cuales son insuficientes para el momento en que estamos, donde no solamente se requiere producir, sino que necesitamos subsistir”.

Sobre esto añade, “la escena independiente estaba sostenida por la economía personal de los artistas, ya sea familiar o de trabajo personal freelance o creativo, donde parte de ese recurso era para ellos mismos y parte para el proyecto. Al haber pérdidas de empleos, los proyectos se paran porque los artistas tienen que hallar formas de supervivencia; muchos de ellos están buscando alternativas de trabajo que no consideraban antes”; entre los que menciona Ibarra, se encuentran la venta de comida o múltiples productos —incluso venta de los propios objetos personales— además de laborar como repartidores, manejando un taxi, etcétera.

“Es un momento muy crítico para la escena independiente porque es una situación de supervivencia, y a la vez están tratando de no cerrar sus proyectos. Como la comunidad independiente siempre tarda en reorganizarse alrededor de unos nueve meses, supongo que después de las elecciones de junio podremos ver una nueva reconfiguración, porque ya va a estar más controlado el COVID-19 y porque va a ser un nuevo momento de politización, cosa que siempre ayuda a que los artistas tomen decisiones. Al inicio del COVID-19 era muy difícil reaccionar porque fue muy difícil para todos”, concluye.