Cultura

Ascanio Pignatelli, descendiente de Cortés, pide perdón por el pasado

500 años después, se reúnen descendientes de Moctezuma y del Conquistador para darse un abrazo de reconciliación. Lo que necesitamos es recobrar nuestra identidad, dice Federico Acosta

500 años después, se reúnen descendientes de Moctezuma y del Conquistador para darse un abrazo de reconciliación. Lo que necesitamos es recobrar nuestra identidad, dice Federico Acosta

Ascanio Pignatelli, descendiente de Cortés, pide perdón por el pasado

Ascanio Pignatelli, descendiente de Cortés, pide perdón por el pasado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"México es mi familia. Te quiero pedir perdón por todo lo malo que pasó con nuestros ancestros y por la guerra, debemos dejar el pasado en donde debe estar: en el pasado”, dijo Ascanio Pignatelli, descendiente de Hernán Cortés, a Federico Acosta, descendiente de Moctezuma II, antes de que ambos se abrazaran para demostrar a México que no existe rencor por uno de los periodos históricos más complejos: el arribo de los españoles al país hace 500 años.

Los herederos de dos grandes imperios durante el siglo XVI que ayer se reunieron en el Museo de la Ciudad de México comentaron que pertenecen a la decimosexta generación, que junto con otros herederos conservan títulos nobiliarios en España y, tras el fervor de los asistentes, accedieron a tomarse selfies, dar autógrafos e incluso, compartir su secuencia genómica ya que se anunció que previo al abrazo, ambos se sometieron a una prueba de ADN, misma que será descifrada en dos meses.

El acto del abrazo no fue organizado por las autoridades mexicanas ni españolas, fue una iniciativa de una agencia privada (Condor Business AdviCers), la cual realizará un documental sobre los 500 años del encuentro entre Moctezuma y Hernán Cortés que sucedió un 8 de noviembre de 1519 en la actual esquina de Pino Suárez y República de El Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

En el recinto cultural, sin la representación de alguna dependencia federal, el primero de los descendientes en hablar fue Federico Acosta.

“Soy un descendiente de Moctezuma II, no soy el único, somos muchos más. La historia que se escribió hace 500 años con el encuentro entre dos culturas hay que entenderla en el contexto que se dio: estamos hablando de una España que venía de una dominación musulmana durante 700 años y para su liberación se basaron en lo que en ese momento existía: el ejército y la iglesia”, expresó.

Después manifestó su molestia por el menosprecio que Moctezuma II ha tenido en la historia de México.

“La historia que hemos conocido desde chicos, porque nos la enseñaron en la escuela, ha estado escrita por los conquistadores y por la iglesia. Eso omite en gran medida, casi su totalidad, quiénes éramos antes de que los españoles llegaran y además ha habido un olvido de quién era Moctezuma  porque en México no hay ni siquiera calles que lleven su nombre”, dijo.

Federico Acosta comentó que Moctezuma reconstruyó Tenochtitlan después de que ser elegido por 38 señoríos en 1502.

“Repartió tierras entre destacados ciudadanos que habían probado que eran de utilidad para la sociedad. Había una muy buena producción, todo se almacenaba para épocas de escasez… caminaba muy bien el imperio, caminaba de maravilla”.

Cuando Cortés llegó, agregó, el español se asombró, “así que se embelesó, no es que fuera malo o bueno, era un militar y venía acompañado de la iglesia, entonces aplicó las reglas”.

Por eso expresó que, en lo personal, no cree necesario que los españoles deban perdón. “Somos una familia. Lo único que necesitamos es recobrar nuestra identidad, retomar o rehacer nuestro código moral y de conducta”.

ABRAZOS Y PERDÓN. Cuando Ascanio Pignatelli, heredero de Hernán Cortés, tomó la palabra lo primero que pronunció fue una disculpa por no dominar el idioma español. “No es mi primer idioma, ni el segundo, ni tercero, es el cuarto”, dijo.

Después, pidió perdón por la guerra y lo malo que pasó con sus ancestros en México. El perdón para el descendiente sí es importante “porque cuando no pedimos perdón las emociones tienen una energía muy negativa que nos limita y no es bueno para nosotros, no podemos crecer”.

Pignatelli agregó que es momento de crecer, “de dejar el pasado y todo el mal en donde debe estar: en el pasado; debemos pensar a futuro y en qué hacer para estar más unidos”.

Al término de sus palabras llegó el momento esperado: el abrazo entre ambos descendientes que fue ambientado por los caracoles de un grupo de concheros quienes también los acompañaron a la esquina de Pino Suárez y República de El Salvador, lugar en el que sus ancestros se conocieron y en donde ayer los herederos volvieron a abrazarse.

Ambos también accedieron a preguntas de los asistentes y tres de ellas fueron saber el linaje de Isabel, hija de Moctezuma, y Hernán Cortés; cuántos títulos nobiliarios conservan sus familias, y si conocen a los descendientes de Malitzin.

Federico Acosta explicó que Hernán Cortés e Isabel tuvieron una hija que ella no reconoció por lo que estuvo bajo el cuidado de Cortés.

Sobre los títulos nobiliarios dijo que de parte de Isabel existe la Condesa de Miravalle en Andalucía y Granada, España. Del lado de Pedro, otro hijo de Moctezuma, existe el Ducado de Moctezuma en España.

Ascanio Pignatelli respondió que su padre tiene varios títulos. “Todos los hijos tienen el título de Príncipe del Sacro Imperio Romano, mi padre tiene 15 títulos y llegó un punto en que la familia tuvo el Marquesado de Oaxaca, pero lo vendió, no sé por qué pero pasó a otra familia”.

Respecto a los descendientes de Maliztin, el director del documental, Miguel Gleason, dijo que no le dio tiempo de buscarlos. Mientras la gente se formaba para tomarse una foto con los herederos, dos asistentes hicieron que Pignatelli volviera a pedir perdón.