
El ataque a Columbus, Nuevo México, por parte de tropas villistas hace 100 años, fue un acto en el que Pancho Villa se condenó a ser siempre un rebelde sin posibilidad de gobernabilidad, pero por otra parte ganó un lugar maravilloso en la historia: se convirtió en un mito, en un héroe, en un ícono, cambió poder por historia, o bien, cambió las armas por historia. Así lo considera el historiador Javier Garciadiego Dantán.
La madrugada del 9 de marzo de 1916, Villa invadió con sus tropas el poblado estadunidense llamado Columbus, pero ¿cuáles fueron los motivos del revolucionario para invadir por tierra esa ciudad norteamericana? La respuesta aún es motivo de controversia, ya que algunas versiones dicen que fue por odio a los gringos, por venganza o por una conspiración alemana.
Para Garciadiego, es importante aclarar los antecedentes, como el hecho de que en 1913 y en la primera mitad de 1914, Villa había desarrollado en la lucha contra Victoriano Huerta buena relación con funcionarios fronterizos tanto comerciales como militares de Estados Unidos; además de que tuvo buenos lazos con compañías y colonos norteamericanos que vivían en el norte de México.
“Hay que señalar que Villa en la lucha contra Huerta nunca expropió a compañías norteamericanas, a propietarios norteamericanos, en cambio, sí lo hizo con la oligarquía mexicana. Lo que le importaba a Villa era conservar su mercado de arma y municiones, y también mantener una buena imagen política ante Estados Unidos”, precisa el investigador vía telefónica desde la Universidad de Columbia.
Otro antecedente importante, indica, es que Villa fue vencido por el constitucionalismo a mediados de 1915, no solamente en la batalla de Celaya, también en las batallas de León, Aguascalientes, Jalisco y Sonora.
“Esto dio lugar a que en octubre de 1915, el gobierno de Estados Unidos reconociera a Venustiano Carranza como presidente de México, ahí cambió radical e inmediatamente la postura de Villa ante Estados Unidos, y la primera expresión de ese cambio fue el asesinato de cerca de 20 empleados de una compañía minera que viajaban en ferrocarril, mismo que fue detenido por fuerzas villistas en la estación de Santa Isabel; semanas después se dio el ataque a Columbus”.
— Entonces, ¿cuáles fueron los motivos del ataque?
— Se mencionan varios. Una venganza contra vendedores de armas que habitaban en Columbus, unos hermanos que le habían vendido armas y municiones defectuosas. También se dijo que el Columbus Bank, aprovechando que Estados Unidos había reconocido a Carranza y consideraba a Pancho Villa un rebelde, a finales de 1915 se negó a hacerle efectivo algunos cheques. La tercera explicación es que Doroteo Arango estaba resuelto a interrumpir la buena relación que se había establecido entre Carranza y Washington.
Una cuarta explicación, añade, es que algunos agentes alemanes cercanos a Pancho Villa, lo habían convencido de atacar para provocar un conflicto entre Estados Unidos y México para que la potencia no se involucrara en la Primera Guerra Mundial.
“Con el ataque a Columbus, Villa se cerró el mercado de armas norteamericano. Se condenó a cualquier posibilidad de ascenso político en caso de que Carranza fracasara y para Washington se cerró la posibilidad de que algún día pudiera ser una autoridad política importante en México. Pero no sólo fue Washington, para la opinión pública mexicana, Villa se condenó a no ser más que un rebelde, con eso demostró que no tenía capacidad política, de estadista, porque nadie quiere tener al frente de su país políticos provocadores de conflictos”, opina Garciadiego, quien el próximo 10 de octubre ofrecerá una charla de este episodio histórico en El Colegio Nacional.
— El ataque a Columbus, ¿condena a Villa a la muerte?
— No, para Villa el ataque era un pequeño paso, es más, él ni siquiera entra a Columbus, manda a Pablo López al frente de las tropas porque le parece que es un trabajo que pueden hacer sus subordinados. El ataque se prepara de madrugada porque dice que es un cuartel bastante pequeño.
Pero, narra, al entrar a Columbus, sobre la avenida principal, una calle muy amplia y en la que al final había un cuartel, los villistas se equivocan de lado de calle “y en lugar de disparar hacia la izquierda, disparan hacia la derecha que es donde estaban las caballerizas, entonces matan a todos los caballos y dan tiempo a que los guardias norteamericanos se preparen, se enlisten, se coloquen y acaben con los mexicanos, es lo que siempre nos ha pasado en la historia: llegamos un cruce de caminos y ahí perdemos”.
Ahora que Trump llegue a presidencia, agrega, esperemos no equivocarnos de calle. “No es fácil invadir Estados Unidos por tierra, entrar echando bala y a caballo gritando ¡Mueran los gringos!, es la única vez que ha ocurrido en la historia de la humanidad porque la invasión de los japoneses fue por aire, quiero ver qué país se avienta, no es fácil que vuelva a ocurrir”.
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