
Otto se convirtió ayer en huracán al alcanzar unos vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora en su camino hacia Costa Rica y Nicaragua, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Antes de convertirse en huracán y amenazar por primera vez a Costa Rica, país que nunca ha sufrido este fenómeno, Otto dejó cuatro muertos y un desaparecido a su paso por Panamá, siendo aún una tormenta tropical.
Otto, el séptimo huracán de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, mantiene su desplazamiento hacia el oeste con una velocidad de traslación de 4 km/h.
El último parte del CNH recogido al cierre de esta edición ubicaba el huracán a unos 375 kilómetros de Puerto Limón, en Costa Rica, y a unos 485 kilómetros al sureste de Bluefields, en Nicaragua.
Según las proyecciones de CNH, Otto podría alcanzar la zona fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua mañana jueves al mediodía, para pasar al océano Pacífico en las horas siguientes.
En esta temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó el pasado 1 de junio y concluye el próximo 30 de noviembre, se han formado 15 tormentas tropicales, de las que siete se han convertido en huracanes: Alex, Earl, Gastón, Hermine, Matthew, Nicole y Otto.
En previsión de mayores daños, ahora que Otto es huracán, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, habló ayer por la tarde con el presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, sobre la activación de un mecanismo binacional para la cooperación en la zona fronteriza común del Atlántico.
Agregó que por las lluvias que genera en su desplazamiento, Otto “nos pone en una situación de mantener la alerta amarilla en algunas áreas y la alerta roja específicamente para Bocas del Toro y las costas del Caribe”.
El gobernante explicó que en Bocas del Toro ya se han habilitado 19 albergues en preparación y se ha aumentado a 600 las unidades que integran la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), compuesta por diversos estamentos de seguridad y rescate.
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