
La implementación de la tecnología en el deporte es cada vez más alta y la muestra más reciente es en el deporte británico, donde un grupo de atletas experimenta con un microchip gastrointestinal que registra la respuesta corporal de cada deportista en una sesión de entrenamiento, simulando las condiciones de calor y humedad que prevalecerán en Tokio, durante los JO.
Unos 20 deportistas de hockey sobre hierba, mediofondistas y triatletas probarán una innovadora forma de medir su rendimiento ante las demandantes condiciones climatológicas que imperarán durante el verano japonés, con temperaturas de 30 grados centígrados y un índice de humedad cercano al 70% por la tarde en el territorio nipón.
Como los atletas en Reino Unido entrenan bajo temperaturas máximas de 20 grados centígrados, una forma de medir la capacidad de respuesta es practicar bajo una carpa que simula dichas condiciones climatológicas (30°/70%H), pero tomando una noche antes una tableta que contiene un microchip, producto diseñado por la empresa francesa BodyCap.
La compañía con investigación y experiencia en actividad y entrenamiento militar, además de deportes extremos, produjo la píldora e-Celsius capaz de reportar la temperatura interna a través de ondas radiales a una computadora antes, durante y después del entrenamiento o actividad de alto impacto.
El sitio oficial de la compañía francesa indica que “la cápsula se entrega en un paquete unitario. Una vez activado, comunica en tiempo real y de forma continua los datos de temperatura central”.
El monitoreo da seguimiento a la temperatura corporal durante un lapso que va en promedio de las 24 a las 48 horas, y se registra en un ordenador que recopila simultáneamente los datos de varias personas y en diversas sesiones por lo que se puede comparar la reacción de cada organismo en tiempo real, bajo condiciones extremas de calor y humedad.
Los comprimidos se consumen la noche anterior a la sesión de entrenamiento y el microchip fabricado con material no tóxico, se deshecha del organismo naturalmente en un máximo de 48 horas por el aparato digestivo.
De esta forma, los deportistas pueden conocer cómo reaccionará su cuerpo previo, durante y después de su competencia en un máximo nivel, lo más similar a lo que encontrarán en los Juegos Olímpicos previstos a efectuarse del 23 de julio al 8 de agosto próximos, para saber anticipadamente la administración del esfuerzo de cada atleta durante su prueba.
El microchip y la tecnología aplicada es capaz de prevenir un golpe de calor (hipertemia) o bien una hipotermia al encontrarse bajo condiciones climatológicas de congelamiento corporal.
Laura Muir, es una atleta que se destaca en las pruebas de 1,500 y 3,000 metros, es una de las que ha experimentado con el Instituto Inglés del Deporte en prevención de encontrarse con calores extremos y altos índices de humedad en Tokio.
También el equipo de hockey sobre pasto y los triatletas serían otros de los deportistas que están trabajando en estas carpas climatizadas y experimentado con los chips e-Celsius para apoyarse en la tecnología para buscar el mejor resultado posible en la cita olímpica.
Los atletas olímpicos británicos no son los primeros en utilizar esta tecnología, ésta ya ha sido usada por ciclistas durante el Campeonato del Mundo de Ciclismo de Ruta y por jugadores de rugby para evaluar el impacto de los chalecos de hielo, usados para bajar la temperatura corporal, cuelleras heladas muy populares también en el tenis de alto nivel, además, ha sido probada en ejercicios militares.
A dos meses para el inicio de los postergados Juegos Olímpicos de Tokio, a la tecnología le alcanzó para dar un paso más en una edición de la justa olímpica que será marcada por la pandemia y todas las limitaciones que trajo consigo la emergencia sanitaria mundial, pero también por este tipo de innovaciones, que podría marcar el rumbo en el futuro del deporte mundial en todas sus expresiones.
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