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Aumentó de 2 a 8 años la sobrevivencia de pacientes con mieloma múltiple: Luis Meillón

Nuestros científicos. Hace tres décadas, la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple difícilmente llegaba a dos años, pero ahora hemos aumentado mucho esta esperanza con un abordaje en el que combinamos varios medicamentos, explica Luis Antonio Meillón García

Nuestros científicos. Hace tres décadas, la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple difícilmente llegaba a dos años, pero ahora hemos aumentado mucho esta esperanza con un abordaje en el que combinamos varios medicamentos, explica Luis Antonio Meillón García

Aumentó de 2 a 8 años la sobrevivencia de pacientes con mieloma múltiple: Luis Meillón

Aumentó de 2 a 8 años la sobrevivencia de pacientes con mieloma múltiple: Luis Meillón

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El segundo tipo de cáncer de sangre más común en México es el mieloma múltiple, un padecimiento que genera la producción sin control de células del sistema inmune que se originan en la médula ósea. Actualmente, se ha podido conseguir que los pacientes sobrevivan ocho años con este cáncer gracias a los avances de generaciones de medicamentos, como explicó a Crónica Luis Antonio Meillón García, exjefe del Departamento de Hematología del Centro Médico Nacional Siglo XXI y experto en esta enfermedad.

Egresado como médico de la Universidad La Salle, y con especialidad en Medicina Interna y Hematología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el doctor Meillón realizó estudios de posgrado en la Universidad de Rochester, en el campo de hemostasia y trombosis.

Su formación y práctica clínica le permiten narrar una breve historia de la manera en que se ha combatido el mieloma múltiple, y cómo se han logrado extender los años que puede vivir un paciente con este tipo de cáncer, sin descartar la esperanza de que pronto haya una cura para este padecimiento que se presenta principalmente entre adultos mayores de 50 años.

“Hace tres décadas, la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple difícilmente llegaba a dos años, pero ahora hemos aumentado mucho esta esperanza con un abordaje en el que combinamos varios medicamentos. Los primeros que usábamos hace 50 años eran quimioterapia como el melfalán oral, que ayudaba a controlar parcialmente la multiplicación de las células cancerosas”, narra el vicepresidente de la Agrupación Mexicana de Hematología.

“Posteriormente surgieron otros medicamentos como los inhibidos del proteasoma que impiden la degradación de proteínas y destruyen a las células plasmáticas anormales del mieloma. También aparecieron los fármacos que tienen una acción llamada anti-angiogénesis, es decir que reducen la formación de vasos sanguíneos que llevan nutrientes a las células cancerígenas. Este proceso de formación de vasos sanguíneos ocurre en todos los tumores, y el mieloma no es la excepción. Uno de los medicamentos anti-angiogénesis más antiguo es la Talidomida, que en la década de los 50 provocó un gran problema médico ya que podía provocar malformaciones en los fetos en gestación. Estos medicamentos no se usan durante el embarazo, pero en el caso de los pacientes con mieloma son muy útiles para frenar la formación de vasos que alimentan a las células cancerígenas. Además, se han desarrollado otros derivados como la Lenalidomida y otros más potentes y con menos efectos adversos”, dice Meillón García.

Por último, la tercera familia de medicamentos que se sumó al combate contra el mieloma son los medicamentos que actúan como el sistema inmune y que genéricamente son llamados inmunoterapias.

“En la última década se han mejorado los medicamentos que ya existían, como los inhibidores del proteasoma y los anti-angiogénesis, además de los anticuerpos monoclonales. Estos últimos son medicamentos que buscan un tipo de células específico, que en este caso son las células cancerosas, se adhieren a una proteína que está en la superficie de esas células y las destruye, sin dañar a otras células o dañando lo mínimo posible a las células vecinas”, agrega el experto en hematología.

PENSAMIENTO Y MANOS. Luis Antonio Meillón no proviene de una familia de médicos. Su padre fue odontólogo, pero desde niño le llamó la atención el conocimiento del cuerpo humano y el sentido de ayuda que tiene el trabajo de atención a la salud. Cuando estudió la carrera de medicina no se sintió lo suficientemente hábil con las manos para dedicarse a la cirugía, pero sus estudios académicos se fortalecían y observó que podía trabajar, sin operar, en hematología, que es una especialidad que influye en todos los órganos del cuerpo y en la que había pocos expertos en México.

“Me tocó incorporarme a esta especialidad a principios de los años 80, cuando se detectaron los primeros casos en México del Virus de Inmunodeficiencia Humana y Sida, lo que trajo consigo toda una revolución en los procesos de donación y cuidado de la sangre”, dice Meillón.

“El cáncer de sangre más común es el linfoma, pero el mieloma ocupa el segundo lugar y es muy intrigante porque es difícil de detectar. Los síntomas que se presentan son anemia, dolor óseo e infecciones frecuentes. Las células cancerosas que actúan en el mieloma múltiple están en la médula ósea y, a diferencia de otras células cancerosas, éstas secretan algunas sustancias porque conservan algunas características de sus similares saludables, por eso producen anticuerpos (inmunoglobulinas) que no funcionan y se acumulan, pero que se detectan fácilmente en la sangre y favorecen el diagnóstico temprano de esta enfermedad. Es por esto que su abordaje es más complejo y con la combinación de varias herramientas hoy se atiende el cáncer, se reducen las infecciones y se ha aumentado la supervivencia en una forma realmente esperanzadora”, concluye el hematólogo mexicano.