Opinión

Bernie Sanders y los idus de marzo

Bernie Sanders y los idus de marzo

Bernie Sanders y los idus de marzo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Tras la cadena de victorias de Joe Biden en la batalla por la candidatura presidencial demócrata, que acabó con Bernie Sanders en la lona este pasado martes, todas las miradas se dirigieron al viejo senador socialista para ver si se rendía o se ponía en pie. Finalmente, se levantó. Tambaleante, pero se irguió y anunció que la pelea no había acabado, que este domingo estará en el debate, en busca de poco menos que un milagro que cambie radicalmente su suerte.

El único aspirante a la Casa Blanca que se considera socialista ha decidido que todavía tiene una oportunidad de cambiar su destino en un cara a cara contra su rival este 15 de marzo. Este domingo es el que los romanos antiguos —los de la República que precedió al Imperio— llamaban los idus de marzo, con el que arrancaba el año, coincidiendo con la luna nueva del dios Martes (de ahí que el mes se llame marzo). Era un día de buen augurio porque coincidía con la llegada de la primavera y la primera cosecha.

Desconozco si Sanders tiene todo esto en mente, probablemente no tenga tiempo ahora para pensar en calendarios romanos, pero podría ser que haya pensado en esta coincidencia y en que los dioses del Olimpo le favorecerán con una oratoria demoledora e impactante que le permita cosechar sonoros triunfos y acabe en junio ungido como candidato presidencial demócrata.

Los estadunidenses, tan aficionados a atesorar anécdotas, lapsus y meteduras de pata de sus políticos, sienten un morbo especial por los debates y le otorgan un papel quizá excesivamente protagónico. ¿Será cierto que la cara sudada de Richard Nixon, consecuencia de su decisión de no maquillarse antes de su duelo televisivo con el fotogénico John F. Kennedy cambió su destino e hizo que perdiera las elecciones presidenciales? Puede que no tanto… pero algo sí y ese “algo” —un grave error de Biden en pleno directo— es el milagro que Sanders espera para que empiece a cosechar victorias el próximo martes, cuando celebran elecciones Arizona, Illinois y dos estados clave: Ohio y Florida.

La misión parece imposible. Biden es experto en meter la pata en los debates y aún así acumula más victorias que nadie y es claro favorito en los cuatro estados, especialmente en el más decisivo:Florida, donde retumban aún las palabras de Sanders sobre los “logros” de la dictadura castrista.

Quizá la esperanza de Sander es que Biden vaya muy confiado al debate y le suceda lo que le ocurrió a Julio César, precisamente, un 15 de marzo, pero de hace exactamente dos mil 64 años.

La historia se remonta a un escrito de Plutarco, quien señala que el autoproclamado emperador Julio César había sido advertido del peligro por un vidente, el cual se le había acercado y le había dicho “¡cuídate de los idus de marzo!”. Confiado en los buenos augurios de ese día, César, que iba camino del Senado, se rió complaciente y le dijo: “¿Ves?, ya son los idus de marzo y no ha pasado nada”. A lo que el vidente le respondió de forma compasiva “sí, pero aún no han acabado”. Ese mismo día, Julio César fue asesinado a las puertas del Senado.

Este domingo sabremos a cuál de los dos contrincantes favorecen los idus de ­marzo.

fransink@outlook.com