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La Corte Suprema de EU avala la draconiana ley antiaborto de Texas

Biden ataca al alto tribunal y anuncia que destinará todos los recursos posibles de su gobierno contra la norma, que prohíbe abortar después de la sexta semana, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas.

La Corte Suprema de EU avala la draconiana ley antiaborto de Texas

La Corte Suprema de EU avala la draconiana ley antiaborto de Texas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó a última hora de la noche del miércoles bloquear la ley extremista de Texas que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas de gestación, y que entró en vigor este mismo miércoles.

La decisión, dada a conocer casi de madrugada, se saldó con un resultado ajustado de 5-4 y supone el rechazo a la solicitud de urgencia presentada por clínicas en Texas para bloquear la ley.

El presidente de la Suprema Corte, John Roberts, conservador moderado se unió a la minoría progresista, pero esto no fue suficiente, gracias a los tres jueces ultraconservadores nombrados por el expresidente Donald Trump.

La medida supone que prácticamente se veta abortar en Texas, ya que ni siquiera contempla excepciones en casos de incesto o violación.

Además, a las seis semanas de embarazo muchas mujeres ni siquiera saben todavía que lo están, pero los legisladores ultrarreligiosos se escudaron en que entonces ya se puede escuchar el latido del corazón del feto.

En su solicitud de emergencia para bloquear la legislación, las clínicas de servicios abortivos advirtieron de que la ley "reduce inmediatamente y catastróficamente el acceso al aborto en Texas".

BIDEN, CONTRA LA SUPREMA CORTE

Entre tanto, este jueves en la mañana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó en un comunicado la decisión judicial y ordenó movilizar todos los recursos posibles de su gobierno para "garantizar que las mujeres en Texas tengan abortos seguros y legales".

El presidente explicó que ha pedido al Consejo de Políticas de Género y a la Oficina del Abogado de la Casa Blanca que lancen "un esfuerzo gubernamental integral" para responder a la resolución del Supremo.

Biden consideró que la decisión judicial es "un asalto sin precedentes a los derechos constitucionales de las mujeres" garantizados en el fallo de 1973 en el famoso caso “Roe contra Wade”.

El aborto fue reconocido como un derecho constitucional en EU gracias a ese fallo del Supremo, en el que se estableció que una mujer puede acabar con su embarazo durante los primeros seis meses de gestación.

“INSULTO A LA LEY"

Biden arremetió contra el Supremo por haber tomado la decisión sin haber llevado a cabo una sola audiencia y sin "el beneficio de la opinión de una corte de menor instancia".

En suma, indicó, la acción del alto tribunal supone "un insulto al imperio de la ley y a los derechos de todos los estadounidenses que buscan una reparación en nuestras cortes".

Y deploró que en vez de emplear su autoridad para garantizar que se puede "buscar justicia de forma justa", el Supremo permita el sufrimiento de millones de mujeres en Texas.

CAZA DE BRUJAS

La nueva norma, además de prohibir abortar a partir de la sexta semana de gestación y sin excepciones, permite a particulares presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una embarazada a abortar infringiendo la prohibición.

Biden destacó que con esa ley "se da poder a particulares en Texas para denunciar a proveedores de servicios sanitarios, familiares que apoyan a la mujer que ejerce su derecho a elegir después de seis semanas o incluso al amigo que la lleva al hospital o la clínica".

El presidente se quejó de que, gracias a esa norma, a partir de ahora en Texas un completo desconocido podrá entrometerse en "las decisiones más privadas y personales que una mujer afronta sobre su salud" y además se le incentivará con la perspectiva de obtener 10 mil dólares si gana el caso.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó la ley en mayo pasado, después de que recibiera el visto bueno de la Cámara Baja y el Senado estatal, ambas controladas por los conservadores.

Con información de EFE