Por primera vez en la historia, Palacio Nacional ha sido blindado con vallas metálicas de unos cuatro metros de altura como medida de protección ante la marcha del 8 de marzo con motivo del Día de la Mujer.

A pocas horas de que el presidente López Obrador asegurara que las manifestaciones feministas son bienvenidas al Zócalo, las vallas fueron colocadas a lo largo del circuito de la Plaza de la Constitución, así como en las calles Moneda y Corregidora.

La marcha del año 2020 concluyó en el Zócalo capitalino y una vez ahí, un grupo de manifestantes realizaron pintas en Palacio Nacional, además de que golpearon la puerta principal y lanzaron bombas molotov.

En ese año Palacio Nacional únicamente era resguardado por policías ateneas. Sin embargo, eso no impidió que un grupo de mujeres se acercaran para realizar destrozos.

Este miércoles, López Obrador pidió a las manifestantes "que se cuiden, y a corear y gritar con todo, con libertad, pero sin violencia" y exhortó a no provocar daños a edificios y monumentos históricos.

En medio del enojo de feministas que ya se han pronunciado en contra de la candidatura de Félix Salgado Macedonio rumbo a la gubernatura de Guerrero, el jefe del Ejecutivo resaltó que el llamado a la no violencia durante la marcha se trata de una recomendación, pues cada quien es libre y responsable de sus actos.

Esta imagen se ha convertido en un símbolo del choque entre el movimiento feminista y la administración de Andrés Manuel López Obrador. El último tropiezo se ha dado justamente con el caso de Salgado Macedonio.

El 2 de marzo, un grupo de mujeres se acercó a Palacio Nacional para exigirle a López Obrador justicia para quienes lo han acusado de violación. Las feministas retiraron las vallas que habían sido colocadas y con pintura comenzaron a escribir frases como “un violador no será gobernador” en la plancha del Zócalo.

El enojo crece mientras en el país va en incremento la violencia de género. Si antes del 2020 se contabilizaban 10 feminicidios cada día en promedio, a partir de ese año se registró un importante incremento con 18 casos diarios.

Luego de que Palacio Nacional amaneciera amurallado, grupos feministas criticaron la medida, entre ellos la colectiva feminista ‘Ningún Agresor en el Poder’, que calificó la fuerte protección a la sede del Ejecutivo nacional como “El reflejo de la misoginia del presidente”, otras más advirtieron "lo vamos a quemar todo".