
El quarterback, Salón de la Fama, Brett Favre, dice que jugó conmocionado durante un partido por el título de campeonato de la NFC contra los New Orleans Saints.
Previo a la premier del documental de Favre, Shocked: A Hidden Factor in the Sports Concussion Crisis, el ex quarterback de los Vikings fue cuestionado por KFAN sobre sus recuerdos de ese juego, del que dijo, fue el más violento que ha experimentado después de jugar 20 años en la NFL.
Más tarde, se investigó el juego como parte del escándalo del “bountygate” de New Orleans en el que varios integrantes de la franquicia fueron acusados de pagar recompensas por golpear intencionalmente a jugadores del equipo contrario. La NFL determinó en 2012 que las acusaciones eran ciertas, lo que llevó al coach de los Saints, Sean Payton, a cumplir una suspensión por toda la temporada 2012, entre numerosas multas y otras sanciones.
En este tiempo, un número de jugadores de Vikings y coaches acusaron a los Saints de tratar de noquear a Favre y dejarlo fuera del juego de manera deliberada.
El quarterback dijo que los Saints “venían por mí con todo lo que tenían”, pero detalló que los síntomas que experimentó estaban relacionados con los golpes que sufrió en el juego, lo que pareció ser una señal de conmoción.
“Una conmoción no te deja necesariamente noqueado y fuera del juego; sin embargo, el nuevo protocolo vigente dice que te deben sacar del terreno aún si no caminas de lado, o tu brazo se pone rígido, o lo que sea”, dijo Favre.
“En ese juego, había algo de zumbidos y algo de visión nublada. Hubo dos veces en que fui golpeado tarde por (el ex safety de los Saints) Darren Sharper. Arremetió contra mi cabeza y ambos golpes fueron demoledores, pero me quedé en el juego. En uno mostraron un pañuelo, en el otro, no. Por qué no mostraron el otro, no tengo idea. Si las luces o los zumbidos son un síntoma de conmoción, sí, tuve una”.
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