Bridged Jones está lista para regresar a la pantalla grande y en esta ocasión las locuras de la periodista no faltarán, pues un embarazo la sorprende en la tercera entrega de la cinta que llegará a las salas de Estados Unidos el próximo 16 de septiembre.

A través de las redes sociales, la distribuidora Universal Pictures, dio a conocer el nuevo avance de la comedia romántica que es protagonizada por la actriz Renée Zellweger.

En esta nueva aventura la intrépida protagonista sueña con casarse aunque la realidad es que seguirá soltera a sus 43 años, pero bien acompañada por sus amigos y familiares, quienes ayudan a crear un ambiente cómico a la historia.

El personaje de Renée trabaja como productora de una cadena de noticias y su vida en esta cinta cambiará cuando conozca a su nuevo novio, que será interpretado por Patrick Dempsey, de quien se entera que está embarazada. El único problema será que no sabe si el bebé es de su actual pareja o de su ex Mark Darcy (Colin Firth).

El diario de Bridget Jones  es una película británica que debutó en el 2001, y está basada en la novela del mismo nombre, escrita por Helen Fielding. La adaptación fue protagonizada por Renée Zellweger como Bridget, Hugh Grant como el agresivo Daniel Cleaver y Colin Firth como Mark Darcy. La película tuvo una secuela, Bridget Jones: sobreviviré, estrenada en 2004.

Por otro lado, la protagonista de 47 años, fue vista el lunes en Los Ángeles llevando una bandeja de cafés vestida con ropa deportiva. Pero lo que más sorprendió no fue su atuendo sino sus labios, sobre todo el superior, que parece que es de dos a tres veces más grueso que el inferior; además, según se aprecia en la foto, tanto su rostro como el cuello están libres de arrugas.

En octubre de 2014 la actriz estadunidense saltaba de golpe a infinidad de titulares de medios de comunicación de todo el mundo por su sorprendente cambio de imagen. Hacía tiempo que no se dejaba ver en eventos públicos, y a pesar de estar acostumbrados a sus cambios de imagen por sus distintos papeles, las alarmas saltaban cuando su rostro lucía irreconocible en una alfombra roja de unos premios.