
El Papa hizo lo que ninguna manifestación, evento político, festejo o programa deportivo o cultural… Puso el tránsito de cabeza. Y en domingo.
Con sus traslados, Francisco obligó a la policía a realizar cortes a la circulación, y, pese a que ya se habían informado los cierres, muchos capitalinos se molestaron.
“Está muy bien, muy bonito lo del Papa; hasta me sentía muy santo, pero con todo esto (de los cortes de circulación) se me ha metido el chamuco. ¡Ya se la he refrescado más de tres veces a los policías!”, dijo a Crónica Emiliano González, quien ayer, a las 16:30 horas, buscaba una ruta alterna debido a que le bloquearon la ruta para llegar a su trabajo, ubicado en la Zona Rosa.
El joven circulaba por el Eje Central, pero al llegar a Izazaga ya no pudo dar vuelta a la izquierda, por lo que tuvo que avanzar y buscar dar vuelta calles adelante. Lo consiguió, “pero a donde me dirigiera estaba cerrado; estoy muy enojado”.
Al igual que Emiliano, muchos capitalinos se quejaron de los “cierres excesivos” de los policías, pues “son calles secundarias, en donde no afecta en nada la ruta del Papa”.
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