Un avión perteneciente a la división de cazatormentas del NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) sobrevoló el huracán Irma, el mayor registrado en el Atlántico, y colarse en el interior del gigantesco ojo, donde los vientos circulares son superiores a los 285 kilómetros por hora. El objetivo de estos cazahuracanes es controlar e informar de las condiciones atmosféricas en el interior del huracán e identificar de primera mano fluctuaciones en su trayectoria y posibles peligros.
Al cierre de esta edición, el ojo del huracán se disponía a impactar en las islas Turcos y Caicos en su camino al archipiélago de Bahamas, mientras que el Centro Nacional de Huracanes advertía que el “poderoso huracán de categoría 4 o 5 durante los próximos dos días”.
En lo que va de año se han formado once tormentas tropicales en el Atlántico, de las cuales seis se convirtieron en huracanes.
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