Opinión

C.C.P. Alfonso Ramírez Cuellar Diputado presidente de la Comisión de Presupuesto

C.C.P. Alfonso Ramírez Cuellar Diputado presidente de la Comisión de Presupuesto

C.C.P. Alfonso Ramírez Cuellar Diputado presidente de la Comisión de Presupuesto

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cómo puede un presupuesto dar gusto a todos cuando el principio de la cobija nos dice que si tratamos de tapar de un lado, descobijamos otro. Es normal que los presupuestos gubernamentales expresen mayoritariamente el pensamiento de los gobernantes, sus proyectos y políticas públicas prioritarias y no las de la oposición, salvo que ésta tenga los votos para decir hacia dónde irá el gasto. ¿Cuál es entonces la sorpresa del PEF 2020 aprobado y qué podemos tomar de él como positivo?

Quienes esperaban ilusamente ver reflejadas sus ideas, responsables o no, en el documento final del presupuesto 2020, se quedaron sentados, esperando. No sólo diputados y líderes de oposición al gobierno federal y a Morena, conformaban este bloque que quiso enderezarle la plana al Presidente, sino también otras organizaciones, principalmente del sector campesino que estuvieron en plantón permanente en San Lázaro.  Estaba también una representación de alcaldes, quienes entre intento de portazos, reuniones en la Secretaría de Gobernación y de nuevo presencia afuera de la Cámara de Diputados, tampoco fueron capaces de hacer sus propios compromisos, de cuidar más su gasto en su propia casa, comprometerse con políticas de austeridad, bajar gasto corriente y prescindir de lujos comunes en esos órdenes de gobierno. Curioso sin duda fue ver que los vecinos de protesta de los Presidentes Municipales, eran grupos como Antorcha Campesina, que son su coco en lo local y a quienes regularmente repudían y también les niegan los apoyos ya en ese ámbito de gobierno.

Así también los voceros de organizaciones campesinas terminaron por darle la razón de manera implícita al presidente López Obrador, de quien se quejaron. En diversas entrevistas dadas una vez que se aprobó el presupuesto, reclamaron que no podrían llevar obras importantes a los más pobres en diversos estados de la república, así como que varios diputados no podrían cumplir con sus compromisos de campaña, siendo tales la ejecución, también, de diversas obras públicas. Con ello se confirmaba precisamente que se llevan a cabo estas prácticas que AMLO quiere acabar, la intermediación que puede a veces no ser de­sinteresada y la intervención de los diputados en la “bajada” de recursos.

La práctica de los moches existió y tienen representantes destacados en varios legisladores que tuvieron en esa práctica una actividad muy lucrativa. No es un cuento que un número importante de diputados tenía en esa posiblidad, que se les dieran recursos para llevarlos a sus estados o municipios, a veces fuera de ellos, exigiendo que les dejaran asignar las obras a sus contratistas favoritos, quienes a cambio otorgarían el diezmo o un piquito más, además de que se les pedía a los presidentes municipales espacios en la nómina para allegados y familiares.  En otro rubro podría ser peligroso bajar presupuesto al INE, pero fue interesante la propuesta presidencial de decirles dónde está ese dinero que podría hacer falta: en los partidos, los que al día de hoy no han cedido a la iniciativa de reducir sus ingresos públicos a la mitad.

El presupuesto 2020 es entonces expresión de la visión del gobierno, lo lógico, lo que debía esperarse, nada para asustarse ni escandalizar: el Tren Maya, Istmo, Santa Lucía, Bbenestar, educación, Sembrando Vida y otros los ganadores, recordando que cuando se jala algo se tiene que descobijar, así son los presupuestos.

@AmaximilianoGP