Opinión

C.C.P. Carlos Salazar Lomelín Presidente del CCE

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Buen cierre de año para el presidente López Obrador. A la firma del T-MEC, aprobado ya por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se le sumó la ratificación sin jaloneo de Margarita Ríos Farjat como Ministra, la detención de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública Federal y el consenso para aumentar en un 20% el salario mínimo. Otros factores externos podrían mandar señales de que el 2020 pudiera ser de oportunidades para México, cuestión de aprovecharlas.

Octubre y noviembre fueron meses muy malos para el gobierno federal, reflejado en las encuestas que miden la popularidad del presidente de México. Temas como el “Culiacanazo”, la masacre de familiares de los LeBarón, así como la controvertida elección de la nueva presidenta de la CNDH, marcaron negativamente a la administración en esos meses.

Más aún, peligraba cerrar el año sin la aprobación del T-MEC, con riesgo de irse hasta el 2021 por los enfrentamientos políticos entre demócratas y Donald Trump, el impeachment como preámbulo de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020. Pero el presidente López Obrador se empeñó, sus esfuerzos de cabildeo directo con los congresistas quedaron de manifiesto, mientras que encargaba los trabajos en Estados Unidos a Marcelo Ebrard y su equipo, quienes hicieron su trabajo tanto en Washington como a lo largo de Estados Unidos, encontrando aliados del otro lado. El acuerdo logrado genera certidumbre, palabra fundamental para tener un entorno económico y financiero positivo. Quizá se cedió en algunos temas, seguro se ganó algo en otros, pero seguir sin un tratado ratificado era peligrosísimo para las expectativas de volver a la ruta del crecimiento económico. Eso lo sabía AMLO, operó y lo logró, influyendo, lo que nadie se hubiera imaginado antes de 2018, su buena relación con Trump. Se apostaba que sus personalidades sacarían chispas, no ha sido así, ha habido prudencia y buen manejo de este lado.En las negociaciones ha sido más eficiente lo político que lo técnico. Hace seis meses Trump amenazaba con poner aranceles a todos los productos mexicanos, con todo y TLCAN, hoy tenemos un acuerdo comercial que no es malo para México, incluye sectores no contemplados en el extinto tratado y que, reitero, da certidumbre sobre las nuevas reglas del juego comercial, pero ya con un acuerdo que sí fue autoría de Trump, por lo que no es tan fácil, incluso para él, ningunear lo ahí pactado.

China y Estados Unidos están entrando a una etapa de acuerdos, dando calma al fantasma de la recesión mundial. Trump querrá la economía norteamericana caminando a todo vapor hacia las elecciones de 2020 y esto podría beneficiar a México. El juicio de impeachment, que se iniciará en la Cámara de Senadores de Estados Unidos, no prosperará, no hay votos para que esto suceda, por lo que no podríamos anticipar que vaya a generar preocupación en los mercados, aunque sí tendría efectos políticos en el electorado previo a noviembre de 2020.

La tasa de interés ha bajado en cuatro ocasiones consecutivas y la inflación parece estable y baja, aunque quizá sea por que no hay presión, pero al final las dos variables son interesantes para arrancar el nuevo año. La pregunta es si todos estos factores que parecieran ser positivos, son suficientes para que los empresarios vean condiciones para invertir o falta algo, y en su caso, qué sería.

Arturo Maximiliano García

@AMaximilianoGP

maximilianogarciap@gmail.com