Opinión

C.C.P. Jonathan Heath Subgobernador del Banco de México

C.C.P. Jonathan Heath Subgobernador del Banco de México

C.C.P. Jonathan Heath Subgobernador del Banco de México

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Hay quienes temen que con el nuevo gobierno haya un retroceso de unos 25 años en una de las instituciones más importantes del país, el Banco de México, que se convirtiera en autónomo en 1993. ¿Cómo volvería esa subordinación del banco central al ejecutivo? Según los críticos del Presidente, haciéndose del control de la Junta de Gobierno y la modificación del objeto del banco. Veamos.

Sin duda un banco central que, en un régimen presidencialista, ha mantenido una gran autonomía en sus decisiones con respecto al ejecutivo es la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), aunque hoy sea uno de los blancos de los ataques del presidente Trump, que no tiene pleito aborrecido: igual es la FED, los chinos, los migrantes, los demócratas, su procurador y hasta sus abogados. En general, la FED no es distinta a otros colegiados en Estados Unidos, como por ejemplo la Corte o la Federal Trade Commission, en las       que los presidentes, republicanos o demócratas, tratan de reflejar su ideología económica o pensamiento con respecto a los derechos civiles, en estas instituciones, pilares de su democracia, su estado de derecho y su economía. Todos, por cierto, propuestos por el Presidente al Senado, pero que finalmente mantienen independencia en su actuar  ¿Por qué en México debería ser distinto?

Evidentemente para AMLO y la izquierda hoy se abre una gran oportunidad de proponer perfiles mejor identificados con su ideología. Tanto Jonathan Heat como Gerardo Esquivel, ambos de capacidad indiscutible, fueron propuestos y ratificados para ocupar las dos vacantes que dejaron Manuel Ramos Francia y Roberto del Cueto. ¿Son estos nuevos integrantes de la junta un riesgo para la institución, su trabajo y su objetivo de mantener el poder adquisitivo del peso? Me parece que no.

A finales de 2020 quedará también disponible otra posición de subgobernador, la de Javier Guzmán Calafell. Con esto podría obtenerse el tercer voto necesario para, por así decirlo, cambiar el control del órgano colegiado más importante de política monetaria en el país. Luego en diciembre de 2021 vendría el relevo de su presidente, Alejandro Díaz de León, vacante que también será llenada por el Senado cuya mayoría es de Morena.

En ese escenario, ¿se conserva la autonomía del Banco de México? Sí, tanto como se conservó en otras ocasiones. Quizá la palabra mágica es transexenalidad. Todos los presidentes, desde 1994, han propuesto a destacados especialistas, escogidos a imagen y semejanza de la visión del ejecutivo en turno, pero los periodos de los nombramientos superan el de aquel que los propone. No hubo antes sobresaltos ni mayores reclamos cuando fueron propuestos y ratificados, al amparo de que la comunidad financiera internacional los “veía bien”.

México es el único país del mundo donde la independencia del banco central está consignada en la constitución, así como su objetivo prioritario, por lo que cambiar esto último sería políticamente complejo. Sin embargo, es aventurado decir que, a pesar del mandato de ley, los miembros de la junta de gobierno jamás toman en cuenta la situación económica nacional y sólo valoren en sus determinaciones lo mejor para mantener el poder adquisitivo del peso, dejando de lado el crecimiento económico. Tampoco se puede decir que no ha existido un vínculo con la Secretaría de Hacienda y su política económica, sería desafortunado para el país que no hubiera comunicación entre ambos. Así, no está en riesgo la autonomía, pero quizá sí este en puerta un cambio de ideología en el corazón de Banxico.

maximilianogarciap@gmail.com

@maximilianogp