No fue sorpresa confirmar que la asociación “Libre A.C.", creada por Margarita Zavala, será el vehículo jurídico a partir del  cual se conformará un nuevo partido político, pero lo que sí resultó toda una nota fue que esto se diera a conocer por voz de Felipe Calderón, quien ya sin rodeos, abrió su intención de empujar para lograr este objetivo. Dice un dicho que nadie sabe para quién trabaja, ¿lo sabrá Calderón?Fue en el noticiero de Ciro Gómez Leyva donde Calderón afirmó que si este domingo no resulta ganador Manuel Gómez Morín en la “elección" para presidente del  PAN, su futuro será conformar un nuevo instituto político.Crear un partido parecía difícil hasta que algunos políticos, entre ellos Margarita Zavala, tuvieron que calarse para ser candidatos independientes, tarea que resultó titánica por los pesados requisitos legales. Este antecedente parece haber animado a Margarita y a Felipe, bajo el principio de que quien puede lo más puede lo menos. Brincado ese obstáculo, la labor de constituir un partido parece incluso sencilla.¿Cuál sería el impacto electoral? Pensando optimistamente podría competir en mercado con un partido ascendente como lo es Movimiento Ciudadano, que ya tiene un gobernador en Jalisco, senadores de mayoría en Nuevo León y una bancada que pinta tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Por otro lado podría restarle votos al PAN, primera minoría y oposición natural al gobierno, por la sencilla razón que las dos principales figuras del nuevo partido serán ni más ni menos un exdirigente de Acción Nacional y expresidente de la República con su primera dama, lo que implicaría que la primera capa de liderazgos activos para armar el nuevo partido será de expanistas.Podría haber un último intento de cicatrizar heridas por parte de la nueva dirigencia del PAN que encabezará Marko Cortés con los Calderón —en política hay pocas heridas que no se puedan cerrar— pero es precisamente la forma de llegar a la dirigencia de Cortés lo que el propio Calderón señaló como una de las prácticas antidemocráticas, incluso peores que las del PRI, que dice, están acabando con Acción Nacional.Es cierto que Calderón aportó su grano de arena a lo que hoy es el PAN, un partido cupular,  pero dice detestar las estrategias de las dirigencias recientes y la actual, que manipularon el padrón, por si se ofrecía, primero cerrándolo y luego haciendo magia para que, aún cerrado, aparecieran miles de militantes en algunas entidades. Anticipándonos a la derrota de Gómez Morín este fin de semana, el camino de Calderón será formar de cero un nuevo partido.El futuro de éste dependerá en principio de que su líder visible sea atractivo para el electorado. Si insisten en que la cara de ese movimiento sea Margarita, podría ser el primer error, ya que la potencia para jalar adeptos será muy parecida a la de la campaña presidencial.Es cierto que los independientes carecían de los recursos y la exposición, pero también es un hecho que la exprimera dama ya contaba con un gran posicionamiento que tiró a la basura tanto en los debates como en las entrevistas en medios. Nunca segundas partes fueron buenas, pero Calderón piensa que rutas como la de AMLO son replicables. Quizá termine haciéndole la chamba a otros, pero ¿a quién? ¿Lo sabrá él?