En la víspera de un enfrentamiento a morir o matar entre la estructura que hoy ocupa los puestos clave en la dirigencia nacional del PAN y la mayoría de los gobernadores emanados de ese partido, finalmente imperaron los acuerdos. El partido tendrá algo parecido a una fórmula de unidad, donde usted irá encabezándola acompañado por Héctor Larios, quien declinó a su aspiración de buscar la presidencia para acompañarlo como su Secretario General.

Una conclusión sencilla dirá que simplemente se dividieron las dos posiciones visibles del CEN panista, la presidencia para el grupo anayista, que hoy tiene control del partido y del padrón, mientras que la Secretaría General pasaría a manos de los gobernadores representados por el exsenador Larios. Pero esta negociación quizá tenga más carnita, ya que no podría entenderse, por el nivel de políticos blanquiazules que tomaron parte en los acuerdos, que hubieran dejado de lado las posiciones de control dentro de su partido.

Sin duda el presidente del CEN es la figura visible del partido a nivel nacional, pero existe un órgano colegiado cuyas facultades superan en varios casos a las del propio líder, se trata de la Comisión Permanente. Este colegiado, integrado por un poco más de sesenta panistas, entre los que ya no estarán Germán Martínez y quizá tampoco Felipe Calderón, en su calidad de exdirigentes, está hoy controlada por el equipo de Ricardo Anaya, pero sin duda su conformación para el próximo Comité debió de haber sido materia de la negociación entre los gobernadores y usted. Es muy posible que esa comisión pudiera conformarse con mitad y mitad de sus respectivos adeptos, para obligar al consenso de estos dos grupos en cada decisión importante, como puede ser la designación de candidatos o los métodos para elegirlos. No sería a prueba de balas, los procedimientos estatutarios dan margen a traiciones.Otro tema fundamental debió ser acordar quién será el titular del Registro Nacional de Miembros, que lleva el padrón de militantes, lo cual toma una mayor importancia ahora que se ha vuelto a abrir la afiliación, listado que al día de hoy es uno de los secretos mejor guardados en las dirigencias estatales y la nacional. Los militantes, actualmente ignorados, como bien señaló el periodista Joaquín López Dóriga, podrían volver a ser tomados en cuenta si conviene a algún interés y de paso, en su caso, daría tintes de democracia interna sin que necesariamente la hubiera. Adicionalmente pudo haber sido pactada la libertad ­política de los coordinadores parlamentarios, por lo menos del Senado, donde ya no se girarán instrucciones del CEN, sino que estas se rebotarán entre el próximo líder, Rafael Moreno Valle y en usted, pero sin imposiciones.

También podemos especular que otro acuerdo pudo ser que usted se abstenga de reelegirse para un segundo periodo que empezaría en 2021 y que lo llevará a ser dirigente para el proceso de selección del próximo candidato presidencial del PAN en 2024. Así mismo hay que recordar que también se elegirán en paralelo 32 dirigencias locales, donde los gobernadores habrán exigido mano para poner presidentes de su confianza en sus estados.

Así, esta planilla que encabezará usted y que se presentará como de unidad, habría sido diseñada con una serie de candados y contrapesos de los que nos iremos enterando hasta que todos los órganos del CEN y los nombres de sus integrantes se conozcan.