Opinión

C.C.P Rocío Nahle García, secretaria de Energía

C.C.P Rocío Nahle García, secretaria de Energía

C.C.P Rocío Nahle García, secretaria de Energía

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Vivimos aún momentos donde todo es blanco o es negro, donde las posturas se radicalizan y se critica todo sin margen para errores o siquiera aclaraciones, siendo la necesidad de atacar a la yugular, de ambos lados, más grande aún que los intereses nacionales. La reciente postura del gobierno federal con respecto a no apoyar a los empresarios ha ganado fuertes cuestionamientos a la administración y particularmente al Presidente, algunas sustentadas, pero la más reciente, con respecto a la postura de México ante la OPEP + Rusia, ni siquiera acababa de analizarse cuando ya había una cascada de ataques hacia la representante de nuestro país ante el cártel más importante del mundo.

Es un hecho que existe mucha controversia por la decisión, parcial me parece, que ha tomado el gobierno con respecto al plan de apoyo económico ante la crisis de la COVID-19. Ninguna empresa, por pequeña o grande, quiere despedir a sus trabajadores, porque eso implica que están teniendo menos ventas y menos ingresos. En condiciones extraordinarias, es fundamental priorizar que no se pierdan las fuentes de trabajo, inyectar liquidez para el sector privado y reducir pagos que quiten dinero a los particulares. No sólo la federación debe entrar, también estados y municipios, por ejemplo con exenciones al cobro del agua y de predial para los arrendadores que estén apoyando a sus inquilinos con prórrogas o descuentos, mientras que la federación podría estar bajando o eximiendo del pago de la luz. De estas medidas dependerá también la rapidez de la recuperación.

Pero ayer las críticas en las redes hacia el gobierno federal fueron vengativas, irreflexibles y radicales, ante su posición con respecto a no ceder ante las peticiones de recortar nuestra producción petrolera. En la negociación, en el seno de la OPEP, se pedía que nuestro país redujera en 450,000 barriles su producción, de los que México sólo podía, conforme a nuestra realidad e intereses propios, recortar 100,000.

El objetivo general de la OPEP y sus integrantes es bajar la producción en 10 millones de barriles más otros 4 millones de no miembros, para subir el precio del crudo, esto en beneficio de los países exportadores, pero a la que México no podía sumarse con la cuota que se le exigía. No tenemos la misma producción por lo que no podemos comprometernos con tanto, explicó ayer de manera muy clara el presidente AMLO, con sus frases y sus formas. La afectación para nuestro país se explicó en la reunión virtual de la OPEP y se solicitó que se tomara en cuenta que México ya había cedido en ocasiones recientes en recortar su propia producción en un porcentaje mayor a las que otros países hicieron en acuerdos similares en el pasado, esto narrado por Rocío Nahle, secretaria de Energía, en entrevista con el periodista Joaquín López Dóriga.

Al levantarse México de la mesa de negociación, sin romper, dio un margen para analizar alternativas. Ahí se puede sobreentender que el canciller Marcelo Ebrard activó los canales diplomáticos con el gobierno de Estados Unidos. La gestión fue una vez más exitosa y el gobierno estadunidense cubrió la cuota del recorte que nuestro país no podía alcanzar. Finalmente se defendieron los intereses de México, se negoció y se obtuvo un acuerdo internacional que nos favorece como exportadores y también en nuestras finanzas públicas hacia la tormenta que está por venir. ¿Por qué entonces la molestia? ¿Dónde perdió México? Así de radicalizado está el país, que aun saliendo airosos es causa de ataques y de querer cortar cabezas.

Twitter: @AMaximilianoGP
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