La marcha realizada el domingo pasado fue recibida con tranquilidad por el Presidente López Obrador, quien fue enfático, los mexicanos tenemos derecho a manifestarnos y esto debe ser respetado, mientras abría la posibilidad de que eventualmente otros se organicen para este y demás propósitos dentro del marco de la democracia ciudadana. Llamó la atención que haya sido Usted uno de los marchantes, que entre otras cosas exigían la renuncia del hoy presidente.

En lo personal no recuerdo una protesta exigiendo, a los 6 meses de gobierno, que se vaya un gobernante cuyo plazo sea sexenal. Aún aquellos que decían que ciertos conflictos de fondo se podrían arreglar en 15 minutos, tuvieron su oportunidad de demostrar que tenían un plan de gobierno y que habría que esperar resultados en varios sectores como el de seguridad, así como un despegue económico que ayudara a sacar de la pobreza a muchos mexicanos que siguen todavía viviendo en condiciones miserables.

En otros momentos de nuestra historia política reciente se vivió con la esperanza que los peces gordos cayeran, esto en alusión a empezar a erradicar la corrupción, pero ni los charales pudieron ser atrapados en las redes que se tendieron. Está claro que en un estado de derecho no se puede juzgar y condenar sólo por que los personajes apesten a transa, pero no se requería de Scotland Yard para mandar a la cárcel a tanto delincuente que al amparo del gobierno se enriquecieron cuando por fin vino el cambio de régimen de partido hegemónico. La historia anterior se repitió en el sexenio pasado, al que Usted tanto apoyó y elogió, no como cualquier mexicano sino como ex presidente.

Pero entendiendo que usted no fue el organizador de la marcha del domingo pasado, al menos nada prueba  hoy que así fuera, ¿Cuál era la razón de fondo para solicitar la renuncia del Presidente de México? No me queda claro qué asunto tan grave y delicado, descubierto o sucedido en estos seis meses, dieron pie a que se convocara a los mexicanos para marchar e intentar que la foto aérea del dron se viera nutrida para generar una percepción, que somos muchos los que queremos que a 180 días de su presidencia Andrés Manuel se vaya a su rancho en Tabasco. ¿Será el NAIM y su cancelación, el asunto de rebajar los sueldos de los altos funcionarios, dejar de vivir en Los Pinos, eliminar pensiones de ex presidentes,  desaparecer ProMéxico u otro de esos asuntos materia de un tipo de revocación de mandato de facto que por cierto los partidos no quieren apoyar en el Congreso por la vía electoral?

Evidentemente el tema de la seguridad nos preocupa a todos y tiene brotes muy graves prácticamente todos los estados del país. Incluso hace apenas unos meses los gobernadores parecían tener su primer gran victoria contra el poderoso AMLO, cuando conservaron en sus manos el control de la fuerza pública de sus entidades. Pero ahora, varios gobernadores están pidiendo desesperados que intervenga el ejército o ya ahora la Guardia Nacional. ¿Es entonces el tema de la seguridad un asunto de la Federación o de los Estados? Algunos gobernadores y alcaldes están escupiendo para arriba, olvidando primero que ellos querían tener en sus manos el poder y el presupuesto para programas de seguridad. ¿De ellos ya se pidió renuncia? ¿Qué tal de los que peor van y no por encuestas sino por datos duros? Así parecería por lo menos decir, precipitado y sin fondo exigir la renuncia de un presidente, salvo que la agenda sea otra.

maximilianogarciap@gmail.com

@maximilianogp