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CDMX: ¿descentralización o colapso?

La capital, al igual que otras urbes en la historia, podría colapsar por su crecimiento desmedido y falta de recursos para sus habitantes, señala Linda Manzanilla, Premio Crónica

La capital, al igual que otras urbes en la historia, podría colapsar por su crecimiento desmedido y falta de recursos para sus habitantes, señala Linda Manzanilla, Premio Crónica

CDMX: ¿descentralización o colapso?

CDMX: ¿descentralización o colapso?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La ciudad como producto humano fue muy eficiente para crear complejidad, ha permitido la comunicación entre seres humanos de procedencias distintas, expertos en distintas disciplinas, oficios, actividades, necesidades, pero…, las ciudades son un producto vulnerable, “el más vulnerable de nuestra especie”, señaló Linda Manzanilla, investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional.

La investigadora, quien se ha encargado de proporcionar información clave para entender la sociedad que habitó Teotihuacán, fue la encargada de cerrar el simposio De la gran explosión al surgimiento de las civilizaciones. Una revisión científica de la historia del Universo, realizado en El Colegio Nacional y que se dividió en dos días y ocho conferencias magistrales de miembros de la institución y expertos invitados.

La arqueóloga expuso la conferencia El surgimiento de las civilizaciones, donde abordó el inicio de las primeras sociedades complejas que pasaron de aldeas a Estados estructurados. La rica y detallada exposición, así como las realizadas por los demás conferencistas puede consultarse en el canal de Youtube de El Colegio Nacional.

Al final de la conferencia, en la sesión de preguntas y respuestas, una persona del público solicitó la opinión de la experta sobre las grandes urbes en las que viven hoy los seres humanos. Una de las palabras clave de la respuesta fue “vulnerabilidad”.

“Ahora nos hacinamos en ciudades como nuestra capital, pero Teotihuacán también fue una megalópolis para su tiempo, compuesta por dos mil hectáreas, de un tamaño enorme para una etapa preindustrial. En la actualidad, la Ciudad de México es una de las urbes más grandes del mundo y estamos en la cuenca, donde hay actividad sísmica, volcánica, que vivió sequías severas y diversos problemas sociales causados por migraciones y violencia urbana. La ciudad es un producto vulnerable, sin embargo, seguimos viviendo en urbes enormes”.

La arqueóloga, Premio Crónica, relató una anécdota. Alguna vez, “un Jefe de Gobierno” le preguntó cuál era su diagnóstico y predicción sobre el destino de ciudades como la capital. “Lo mejor que podemos hacer es descentralizar”, respondió, “puesto que en una ciudad de este tamaño, en una de las regiones más difíciles del mundo —la cuenca de México—, puede suceder como ya ha ocurrido en el pasado: el colapso del sistema urbano”.

Recordó algunos de los problemas que ya vivimos en la urbe: acuíferos contaminados, escasez de agua, caos —el pillaje después del paso de fenómenos naturales—, o la clausura de rutas de abasto. “Qué sucedería si nos pasa lo que a otras ciudades en su momento, el colapso. Debemos tenerlo en mente, porque estamos en un punto muy vulnerable del planeta y como seres humanos debemos planear hacia un futuro y descentralizar la urbe más allá de las áreas de toma de desiciones. “En la historia reciente, después del sismo del 85 la gente regresó a vivir a la ciudad, que se ha convertido en un monstruo”.

Al igual que Teotihuacán, llega un momento en que las grande ciudades ya no son viables, se abandonan. “No hay una ciudad que haya perdurado tres mil años… no hay una. Más vale tener en mente que estamos en un producto vulnerable y reformularnos lo que queremos en la complejidad de este mundo”.

SIMPOSIO EN GRANDE. En el primer día del simposio, realizado el lunes y martes pasados, Manuel Peimbert presentó la exposición De la gran explosión a la época de la recombinación, donde habló sobre la expansión del Universo, la radiación fósil y la abundancia de los elementos ligeros que han sido evidencia del big bang como origen del Universo.

Posteriormente, Vladimir Ávila Reese, del Instituto de Astronomía de la UNAM, expuso La formación de las primeras estrellas y galaxias, en donde explicó que las estrellas nacen en enormes nubes de gas muy frío en donde la gravedad comprime y fragmenta estas regiones de gas hasta que surgen las estrellas.

En la misma jornada, Susana Lizano, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM expuso La formación de estrellas y planetas, en un cambio de escala donde se centró en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que contiene cerca de 200 mil millones de estrellas. Explicó que los núcleos densos de las nubes moleculares se colapsan por su gravedad y forman estrellas en el interior de la nube, para posteriormente acumular gas alrededor de la estrella (discos protoplanetarios) y crear sistemas planetarios, además de expulsar a la “nube madre”.

Para cerrar la primera jornada, Jaime Urrutia Fucugauchi cambió de nuevo de escala para hablar sobre El sistema solar, donde explicó que se conoce la materia de la que están formados los planetas de Marte hacia el Sol, pero no del todo de Júpiter en adelante. Refirió que la Tierra se conforma de un núcleo, el manto y la corteza y el hierro, el oxígeno y el silicio son los materiales más abundantes.

En su segundo día, Antonio Lazcano explicó detalles sobre el origen y evolución de la vida y cómo ésta transformó la química terrestre. Félix Recillas, del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, presentó la conferencia La aparición de los seres multicelulares, exposición basada en un enfoque evolucionista y que tocó temas como la diferenciación celular, la morfogénesis, el control espacio temporal de los tejidos y la organogénesis.

Siguió Alejandro Terrazas, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, quien expuso El origen de los humanos, en donce explicó que en la evolución humana hay un gran dinamismo y que por medio de la genética se supo que el Homo sapiens tuvo su origen en África y se descubrió que ese género de la especie no podía tener más de 7 millones de años. Expuso la aparición de Homo habilis, Homo erectus, Neandertales y Homo sapiens: “la superioridad del Homo sapiens se debería a su capacidad simbólica, el lenguaje, la tecnología del Paleolítico Superior y una mejor adaptación al ambiente”.

El simposio cerró con la participación de Linda Manzanilla, quien al final de su exposición dijo que derivado del simposio, El Colegio Nacional editaría un libro que se publicaría a finales de este año o principios del próximo. Por su parte, Jaime Urrutia adelantó que se dará seguimiento a esta “aventura” académica con conferencias que se llevarán a cabo la segunda semana de mayo.