Opinión

¿Ciencia útil?

¿Ciencia útil?

¿Ciencia útil?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Alejandro De Las Peñas Nava *

Cuántas veces hemos escuchado: ¿Qué hacen los científicos? ¿En qué se gastan el presupuesto asignado (es una fracción muy pequeña del PIB, menos del 0.4%)? ¿Para qué sirve su trabajo en los centros e institutos de investigación en el país?

La motivación de estas preguntas se puede entender, sobre todo en un país donde la cultura científica es muy reducida debido en parte a la deficiente educación pública de las ciencias y también por la falta de comunicación de los científicos con la sociedad.

Para empezar a romper esta inercia, les cuento lo siguiente:

Hay dos hongos: Fusarium euwallaceae y Raffaelea lauricola que viven cómodamente cada uno dentro de un escarabajo específico, Euwallacea nr. fornicatus y Xyleborus glabratus, respectivamente. En este matrimonio, ambos, hongo y escarabajo, se benefician mutuamente; sin embargo, esto que parece una relación de lo más normal en la Naturaleza, se ha convertido en una amenaza terrible para los bosques (de pinos, encinos, sauces álamos y muchas especies más) y los cultivos agrícolas (aguacate, mango, cacao y guayaba, entre otros).

El modus operandi de estas dos plagas (escarabajo/hongo) es muy simple: la hembra del escarabajo se introduce en los árboles perforando agujeros en los troncos y durante este proceso, deposita al hongo en el interior de los túneles que hace. El hongo se reproduce dentro de los túneles y el árbol al percibir esta invasión reacciona tapando su sistema vascular en un esfuerzo por bloquear la infección. Como consecuencia, el árbol presenta marchitez progresiva y muere.

La pareja (Xyleborus glabratus / Raffaelea lauricola) que recuerda a Bonnie y Clyde (unos forajidos americanos que robaban bancos y tiendas en el medio oeste de los EU en los años 20 del siglo pasado) es la responsable de matar en menos de 10 años 600 millones de árboles en el los Estados de Florida, Georgia y Norte de Texas en EU.

La otra pareja de forajidos, no menos peligrosa (Euwallacea nr. fornicatus / Fusarium euwallaceae), actúa de manera similar pero sus efectos negativos se ubican en el estado de California en EU. Desde el año 2012 el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha implementado acciones para detectar a esta plaga y de esta manera dar la alerta de su posible ingreso y consecuente dispersión en territorio nacional. Ya en 2015 se reportó por vez primera la presencia de esta plaga en territorio nacional en la zona conurbada de Tijuana, Baja California.

La llegada de estas dos plagas a territorio americano, provenientes de Asia (seguramente por el intercambio comercial entre ambos países), la falta de conocimiento básico sobre estos dos organismos y la rapidez con la que destruye, fueron los ingredientes que permitieron la devastación de un gran número de especies arbóreas en los EU durante los últimos años. Esto ha tenido un efecto terrible económicamente ya que la vida de miles de familias dependen de la actividad agrícola que se ha visto severamente afectada por estas plagas y ecológicamente, por la devastación de zonas boscosas, lo que disminuye la capacidad del bosque para fijar CO2 y liberar oxígeno.

Hace unos 4 años investigadores del Instituto de Ecología (Inecol) en Xalapa, Veracruz, un Centro Público de Investigación, no solamente conocían esta amenaza sino, y más importante, se preguntaron qué podemos y qué debemos hacer para enfrentar esta invasión que nos amenaza.

El Inecol hizo una llamado a investigadores de diferentes centros, institutos, universidades del país y del extranjero, al sector empresarial y a las comunidades para formular un proyecto con una óptica multidisciplinaria; es decir, una hoja de ruta que junta diferentes habilidades científicas para dar respuesta a esta amenaza agrícola mediante un manejo integral que incluye la prevención, el diagnóstico, el control y la reparación del daño.

Se integró un proyecto coordinado por el Inecol y financiado por el Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (Fordecyt - Conacyt), compuesto por 18 grupos de investigación de 14 instituciones nacionales y 4 del extranjero donde participan 143 investigadores (entre ellos, un número importante de jóvenes investigadores contratados mediante Cátedras Conacyt) formados en instituciones nacionales y del extranjero (muchos de ellos exbecarios de Conacyt y de DGAPA-UNAM), estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, posdoctorados y personal técnico altamente capacitado. Todos los grupos trabajan con el mismo objetivo: dar pronta solución a este problema aportando su particular conocimiento y experiencia.

En este proyecto multidisciplinario e interinstitucional trabajan agrónomos, ingenieros químicos, entomólogos, ingenieros en electrónica, químicos, matemáticos, economistas, microbiólogos, fitopatólogos y biólogos moleculares. Estos investigadores realizan modelado matemático para entender cómo se expandirá la enfermedad mediante el uso de imágenes satelitales, búsqueda de compuestos volátiles para atraer o repeler a los escarabajos, búsqueda de compuestos bioactivos de plantas y bacterias mediante proteómica y metabolómica para atacar al hongo, identificación de bacterias y hongos para control biológico, propagación in vitro y búsqueda de variedades resistentes de plantas, síntesis química de compuestos para atacar al escarabajo, transcriptómica y construcción de herramientas moleculares para entender y atacar al hongo e interrumpir su relación con el escarabajo, desarrollo de kits para el diagnóstico en el campo, nanotecnología para el encapsulamiento y la aplicación de compuestos antifúngicos e insecticidas, identificación de plantas infectadas mediante el uso de diferentes longitudes de onda del espectro de luz. Todos tienen un solo objetivo: controlar y eliminar esta plaga (escarabajo/hongo).

Este amplio grupo de científicos pareciera que es más bien como piezas diversas de un rompecabezas imposible de armar, pero durante la presentación de los avances del primer año de trabajo, quedó claro cómo estas piezas van embonando y generando sinergias e inclusive al final del proyecto podría hablarse también de interdisciplina. Además, Inecol mantiene permanente interacción con la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural a través de Senasica y el Centro Nacional de Referencia Fitosanitaria que se encuentra en Tecámac, Estado de México (CNRF), el sector empresarial, las comunidades agrícolas y forestales, y las autoridades fitosanitarias de los EU.

Este grupo de científicos arropados en este proyecto y liderados por Inecol, va a dar resultados y México podrá ser capaz de hacer frente para cuando lleguen Bonnie y Clyde. Sí, este es un ejemplo de cómo los científicos sí estamos comprometidos con el bienestar del país y trabajamos para dar soluciones a los problemas de México.

División de Biología Molecular

Instituto Potosino de Investigacion Científica y Tecnológica

cano@ipicyt.edu.mx