
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2018, dos películas animadas formaron parte del top 5 de los filmes más taquilleros: Los Increíbles 2 y Hotel Transilvania 3. Este dato nos dice que este género del cine es de los más apreciados en el país. Del mismo modo ocurre con las producciones de animación nacionales, filmes como La leyenda del Charro Negro y Marcianos vs Mexicanos, formaron parte del top de cintas nacionales con mayores recaudaciones.
Los filmes animados en el país, de a poco han logrado cautivar a la audiencia en el país, sólo por debajo de la comedia. Esto se debe en gran medida al trabajo que han hecho algunos estudios.
Animex Estudios, fundado en el año 2000 por Ricardo Arnaiz, se ha encargado de hacer producciones como La Leyenda de la Nahuala (2007), Nikté (2009), La Revolución de Juan Escopeta (2011) y El Americano (2016). Otros como HuevoCartoon, fundado en el 2001, han desarrollado filmes taquilleros como Una película de huevos (2006), Otra película de huevos y un pollo (2009), Un gallo con muchos huevos (2015) y Marcianos vs. Mexicanos (2018).
Otros como Ánima Estudios, creados en el 2002, han apostado a proyectos ambiciosos en 2D como Don Gato y su pandilla (2011), El Santos vs. La Tetona Mendoza (2012), El Agente 00-P2 (2009), Imaginum (2005) o Magos y gigantes (2003). También estuvieron involucrados en hacer posible el estreno de Ana y Bruno (2018), de Carlos Carreras (quien también tiene sus estudios Lo Coloco Films), que tardó 10 años.
En los últimos años cabe destacar el surgimiento de Fotosíntesis Media, una rama de la productora Mantarraya, que nació con la intención de hacer filmes con conciencia. Los directores y cineastas Eduardo Rivero y Miguel Ángel Uriegas, quienes antes trabajaron en La increíble historia del Niño de Piedra (2015), encabezan los primeros filmes de este proyecto.
La cinta Un Ángel en el reloj alcanzó la nominación al Ariel al Mejor Largometraje de Animación, después de proyectarse en el Festival Annecy; por otro lado también trabajan en el filme Un disfraz para Nicolás, que reflexiona sobre los niños con Síndrome de Down y que llegó a Cannes gracias al Festival Internacional de Cine de Los Cabos.
También existen otros que han ido creciendo con el paso de los años como Imagination Films, Santo Domingo Animation, Anim-Art Producciones, Imágica, Metacube technology & entertainment y Gyroscopik Studios. Sin embargo, cabe destacar que lo más promisorio del cine nacional en animación se ha visto en los cortometrajes, cuyos realizadores ya no sólo piensan en la comedia o el público infantil
Hay proyectos como los del cineasta Pablo Calvillo, director del cortometraje La secta de los insectos, quien después de trabajar con George Miller en Mad Max se aventurara en una serie y una película animada con contenido para adultos, así como Alejandro Ríos, director de Los gatos, quien tiene un proyecto de realidad virtual para el futuro.
En el caso de Pablo Calvillo, su filme se desarrolla en un futuro distópico en el que los libros fueron confiscados para quemarlos y generar energía. Junto con los libros, el conocimiento humano desapareció en su totalidad y los seres humanos se convirtieron en cucarachas analfabetas. Sin embargo, un grupo clandestino de científicos y escritores arriesga su vida para rescatar los libros. Ahí cuenta la historia de Pikes, un miembro de la secta de insectos.
El cineasta ha desarrollado parte de su carrera en grandes estudios y filmes animados como parte del departamento de historia y previsualización de películas como Astroboy, Río, Lego, la película, Happy feat 2 y Mad Max. “Desde el 2006 y 2007 estuve trabajando en películas con producciones muy grandes y eso hizo que me volviera muy exigente en el nivel de la película, desde la iluminación, el movimiento de los personajes, todo el lado técnico y de la historia. Fue muy interesante regresar a México y darnos cuenta de que ahora hay una generación con ganas de subir la calidad de la animación”, comentó a Crónica.
“Nuestro referente es llegar a ser como en Francia, que hay mucha animación y muchos no son para niños. Yo quiero formar parte de ese cambio para que se hagan películas más complejas”, agregó.
Del mismo modo el cineasta Alejandro Ríos es el responsable del cortometraje Los gatos, un filme que aborda la historia de un gato callejero que comienza una nueva vida con un anciano solitario. Ahora el cineasta busca explorar este tipo de emociones complejas en un nuevo proyecto a largo plazo. Comenzó a trabajar en un proyecto animado para desafiar a la audiencia sobre cómo la tecnología le ha permitido a la humanidad una oportunidad de llegar a ser eterno.
“Trabajamos en un largometraje, cuya precuela será un corto en realidad virtual que se llamará Humans After Death, que habla sobre la metáfora acerca de que estamos tan aferrados a nuestra vida de internet que se nos olvida vivir. Ése es el mensaje que queremos dar, y actualmente estamos virtualizando a la gente, vamos a festivales, escaneamos a las personas, las metemos en una plataforma. Es un proyecto que habla sobre la posibilidad de que seas eterno pero a través de la realidad virtual”, dijo.
Basta con echar una mirada a los cortometrajes que han competido en los Premios Ariel, Shorts México, Pixelatl y el Festival Internacional de Cine de Morelia para hacer valer la creencia que el futuro de la animación es promisorio. Por lo pronto, dentro de los proyectos que se esperan próximamente se encuentra: Día de muertos, Huevitos en fuga, Relato del fénix, Inzomnia, Julia y el portal del abismo, Nerdental y un proyecto ambicioso sobre Frida Kahlo, encabezado por la cineasta anglomexicana Paloma Baeza. Sólo por mencionar algunos.
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