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Cinemex y Cinépolis, duopolio que ahoga a la competencia en cines

Distribución * Se agudizó la concentración tras la venta de Cinemark * Ambas tienen el 93% de salas de exhibición. Pueden determinar el precio del boleto de entrada y de la dulcería. “No hay incentivos para bajar precios”: Flores Barnés

Cinépolis, una experiencia de cine única
Cinépolis, una experiencia de cine única Cinépolis, una experiencia de cine única (La Crónica de Hoy)

Los precios de los boletos de cine aumentaron 18 por ciento en los últimos 8 años y no han bajado del piso de los 46 pesos en promedio, debido principalmente a la falta de competencia en la industria, en donde dos empresas dominan el 93 por ciento del mercado, señalan analistas. A su vez, la Canacine afirma que los precios caros son un asunto de percepción por parte de los consumidores, ya que México se ubica en el sexto lugar de los países más baratos del mundo.

En 2008 el precio promedio del boleto de cine era de 39.32 pesos y después observó una escalada hasta llegar a los 46.54 pesos al cierre de 2015, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Cine (Canacine). Al comparar el precio de 2015 con el de 2014 se observó una reducción marginal de 0.4 por ciento, sin embargo, desde 2012 estos precios no han podido bajar de los 46 pesos.

“La estructura del mercado hace que no haya incentivos para bajar los precios; puede haber un oligopolio y difícilmente los precios bajan. La compra de Cinemark por parte de Cinemex en 2013 ayudó a que se mantenga este esquema oligopólico”, explicó Miguel Flores Bernés, ex comisionado de la extinta Comisión Federal de Competencia (CFC).

La industria del cine, al igual que otros negocios como el de las disqueras, ha atravesado por un proceso de consolidación en donde las empresas más grandes han comprado a las más pequeñas. Al cierre de 2015 se observaron dos grandes compañías: Cinépolis, que es dueña de 3 mil 37 salas de exhibición en el país; y Cinemex, que posee 2 mil 541 salas.

Las dos grandes cadenas de cines aglutinan un total de 5 mil 578 salas de exhibición, que representan el 93 por ciento del total de 6 mil 11 salas que hay en el país. Sus competidores Henry, Cinemagic, Citicinemas y otros, suman tan solo 388 salas.

Para Flores Bernés este escenario dificulta que entren nuevos competidores al mercado del cine, lo cual también es un obstáculo para que los precios bajen, pues una mayor competencia genera los incentivos para ofrecer mejores tarifas al público.

“Son pocas las empresas que pueden determinar el precio y el abasto del mercado, no sólo del boleto de entrada sino el de la dulcería, que es una importante parte de ingresos de los cines”, comentó.

Para el directivo, la idea de que el cine es caro es un tema de percepción por parte del público pues ir al cine en México es más barato que en países como Perú, Malasia, Colombia y Tailandia.

Datos de la Canacine a 2013, señalan que el precio promedio del boleto ascendió a los 3.49 dólares, con lo cual el país es más barato en comparación con Venezuela, cuyo precio es de 8 dólares, Uruguay con 9.97 dólares, Chile con 5. 90 dólares o Brasil con 5.45 dólares.

Torres explicó que el precio promedio del boleto se ha reducido 1.33 por ciento desde 2010, cuando costaba 47.87 pesos, y explicó que la escalada observada en 2008 se puede atribuir a efectos inflacionarios.

No hay oligopolio. “En los mercados donde hay tendencias monopólicas hay un aumento de precios, hay disminución en la oferta; eso no lo hemos visto y aquí cada año se abren más salas de cine. Anualmente se construyen de 200 a 300 salas”, comentó el titular de la Canacine.

Dijo que el número de habitantes por pantalla, otra métrica para medir la penetración del cine, en México es de 19 mil personas por pantalla, mientras que en Brasil, Colombia y Japón, es de 67 mil, 52 mil y 37 mil habitantes por pantalla: “Esto demuestra que México tiene buena penetración de salas de cine y una buena oferta, indicios de que hay competencia sana”, destacó.

Las películas mexicanas solamente abarcaron el 5.3 por ciento de la taquilla total y se estrenaron sólo 85 películas mexicanas, que representaron el 18.5 por ciento del total de las 459 películas que se estrenaron en 2015.

Para Flores Bernés la falta de pluralidad en el cine es efecto de la poca competencia que hay en el mercado: “Cinemark era de las cadenas que promocionaba más la diversidad de contenidos; las películas mexicanas estaban más tiempo en cartelera.  Ahora no hay muchas pantallas disponibles y los distribuidores tienen fuerza para determinar qué películas se quedan más tiempo”, detalló.

Indicó que las personas actualmente están interesadas en ver películas de comedia, sátira o de terror. Destacó que la película mexicana Qué Culpa Tiene el Niño rompió diversos paradigmas, pues sumó más de 200 millones de pesos en taquilla, pese a que las películas mexicanas no suelen rebasar los 100 millones, en general. Sin embargo este tipo de resultados son poco comunes en el cine mexicano, por lo que los guionistas y creadores deben apostar por enganchar al público, de acuerdo con Abbud.

“El cine nacional viene de un proceso de recuperación y de un desprestigio con el público, quienes piensan que es malo, pero ha mejorado: En 2002 se produjeron 12 películas y el año pasado más de 140”, añadió el presidente de Canacine.

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