Metrópoli

Cines, muchas medidas preventivas y pocos espectadores

Entre caretas, cubrebocas y con termómetros digitales, los complejos de cine reabrieron sus salas en toda la Ciudad de México, en un día en el que desde temprana hora se registró poca gente en general.

Entre caretas, cubrebocas y con termómetros digitales, los complejos de cine reabrieron sus salas en toda la Ciudad de México, en un día en el que desde temprana hora se registró poca gente en general.

Cines, muchas medidas preventivas y pocos espectadores

Cines, muchas medidas preventivas y pocos espectadores

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Después de meses de confinamiento por causa del COVID-19, lo que obligó al cierre de empresas, comercios, negocios y centros de entretenimiento, entre ellos los cines, y ahora con su reapertura paulatina con el 30 por ciento de su capacidad, “para nosotros es importante que nuestros invitados sepan que llegan a un lugar seguro y libre de contagios, es por eso que reforzamos las medidas de higiene, para garantizar su estancia segura en nuestras instalaciones”, dijo a Crónica Rodolfo Escoto, subdirector de operaciones en Cinemex, durante un recorrido en el complejo de Antara Polanco.

Entre caretas, cubrebocas y con termómetros digitales, es así como después de cuatro meses y medio de paro total, ahora, con semáforo epidemiológico en color naranja, los complejos de cine reabrieron sus salas en toda la Ciudad de México, en un día en el que desde temprana hora se registró poca gente en general.

La nueva normalidad, con presencia aún del COVID-19, obliga a reforzar los protocolos sanitarios, por lo que, ante este panorama, se han implementado diversas medidas para garantizar la seguridad de los visitantes en las salas de cine, con lo que se espera que poco a poco se adapten a la vida cotidiana que marcará la emergencia sanitaria.

Aunque la reapertura de estos centros de entretenimiento estaba prevista hasta que el semáforo epidemiológico se encontrara en amarillo, se mantendrán las mismas medidas y protocolos que se anunciaron hace algunas semanas, en las que destaca principalmente que los usuarios deberán portar el uso obligatorio de cubrebocas y mantener la sana distancia.

Dentro de las recomendaciones al público asistente será obligatorio: pasar el filtro sanitario para la detección de síntomas y registro de temperatura con termómetro infrarrojo o digital, pisar por los tapetes sanitizantes para la desinfección del calzado y aplicar gel antibacterial en cada ingreso.

“Es todo un reto para nosotros volver al trabajo, creo que estas nuevas medidas garantizan nuestra seguridad tanto como la del invitado”, comenta Sofia, una empleada encargada de dar la bienvenida a los visitantes, momentos antes de repartir gel a uno de los clientes que ingresó al cinema.

Dentro del complejo toda la persona utiliza careta y cubrebocas, desde los gerentes hasta los empleados, todos cumplen rigurosamente con las medidas de sanidad.

En las taquillas se han colocado paneles de acrílico como medida preventiva para para aminorar algún posible contagio, así como desinfección constante en todas las áreas.

En la dulcería, al igual que en otras áreas del cine, se han implementado nuevas normas para atender a los clientes, como la cancelación en las ventas a granel. Asimismo, los empleados tienen que portar en todo momento guantes para no tener contacto directo con los alimentos. Las bebidas ahora son servidas directamente del envase, el cual previamente ha sido sanitizado.

Para Esmeralda, una de las empleadas que atiende la barra de alimentos, esta nueva normalidad implica todo un reto, tanto para los invitados como para el personal del cinema.

“Me sentía un poco nerviosa por volver a trabajar, sobre todo porque constante mente tenemos que estar en contacto con los clientes, lo que implica que ellos también tienen que poner de su parte siguiendo los protocolos”, comenta la joven mientras desinfecta su área de trabajo.

En el recorrido realizado por Crónica dentro de las instalaciones, se pudo constatar que tanto en la trastienda como en los mostradores; los empleados usan en todo momento caretas, cubrebocas y gel.

En los corredores de la sala resaltan las señalizaciones de entrada y salida, las áreas de juego, así como la cafetería fueron bloqueadas esto para evitar las aglomeraciones dentro del inmueble.

Dentro de las salas también se colocaron cintas de advertencia en las butacas, esto, para respetar el 30 por ciento de la capacidad permitida y solo se podrá ingresar con las clásicas palomitas y refresco, ya que otro tipo de alimento está prohibido dentro de las salas.

“Venir al cine no volverá a ser lo mismo, me gustaba venir en grupo con mis amigas y disfrutar de la película, ahora con estas normas es algo que no podremos hacer por lo menos durante un largo tiempo”, comentó Frida, una clienta recurrente del cine.

Estas labores que para muchos podrían ser sencillas o sin sentido, para los empleados representa un gran compromiso con su trabajo.

Efrén, encargado del acceso, refirió a Crónica que una de sus nuevas labores es desinfectar las butacas después de cada función y aunque es consciente de que existe el riesgo al contagio sabe que tiene un compromiso que cumplir.

“Aunque muchos piensan que es una pérdida de tiempo, es una de las labores más importantes, pues si nadie desinfecta las butacas correríamos un riesgo todos, no solo los invitados, sino el mismo personal”.

Por otro lado, las jornadas se han reducido drásticamente, lo que implica que las funciones nocturnas y estrenos de medianoche han quedado canceladas.

Aunque debido a la pandemia varios de los estrenos previstos para este año se han retrasado, la empresa optó por incorporar algunos de los títulos clásicos a su cartelera, esto como una forma de atraer nuevamente a los clientes y mostrarles que las instalaciones se han convertido en un espacio seguro, pues como lo señalo Rodolfo Escoto sub director de operaciones sin invitados no hay magia en el cine.

havh