Aunque el gobierno capitalino congeló en naranja el color del semáforo epidemiológico, ya hay medidas anunciadas por la Secretaría de Gobierno local, que encabeza Jose Alfonso Suárez del Real, y sorprendieron a los capitalinos que se aglomeran e el Centro Histórico, para pasear o para comprar.

Poco antes de las 17:00 horas, personal del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) conminó a los trabajadores de negocios establecidos a bajar las cortinas a las cinco de la tarde.

Compradores de plazas de computación y de celulares se dijeron sorprendidos del anuncio. Señalaron ignorar la información emitida el mediodía de este sábado por Suárez del Real y de otros funcionarios de la administración de Claudia Sheinbaum, quien ha dejado en manos de la Secretaría de Salud federal de volver al semáforo rojo.

"No entendimos que no debía haber mucha gente en las calles. Ni modo", dice un comerciante que pregunta que por qué el cierre tan temprano de locales y plazas.

Suárez del Real informó en conferencia de prensa que, previamente, hubo un acuerdo con comerciantes y empresarios del Centro Histórico para restringir las actividades y así contribuir con la reducción de los contagios por el coronavirus.

Durante el día, en calles como Independencia, Venustiano Carranza y otras del primer cuadro se vio a familias enteras, con niños y adulto mayores, caminar por esas vialidades del Centro.

Sin embargo, fueron los compradores foráneos, de los municipios conurbados del Valle de México y de entidades como Guerrero, Puebla y Tlaxcala los que dijeron: "Era de esperarse. Vamos pa'trás".

Entre los visitantes que se volcaban en el Centro Histórico había gente que buscaba ofertas de fin de año para hacer regalos o insumos para las cenas de Navidad y Año Nuevo, pese a que desde hace más de una semana se había exhortado a los capitalinos a no congregarse, y no realizar posadas ni fiestas decembrinas.