La problemática en el interior de los núcleos agrarios, los conflictos por límites, la especulación, intereses de grupos y en buena medida la cultura de la informalidad hacen compleja la tarea de contribuir y mantener regularizada la propiedad de los ejidos y comunidades, consideró la Comisión Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En el reporte de Monitoreo y Evaluación del Programa para el Ordenamiento  y Regulación de la Propiedad Rural de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) 2015-2016, el Coneval señaló que dicho Programa no cuenta con diagnóstico ni propuesta de atención, por lo que tener uno le permitiría caracterizar a profundidad el problema público que atiende y desarrollar estrategias para su atención.

El texto señala que no hay una cuantificación de la Población Potencial y Población Objetivo; tampoco cuenta con un Padrón de Beneficiarios, por lo tanto no tiene información socioeconómica de la población atendida.

El Coneval refirió que no existe un Manual de Procedimientos que defina claramente las actividades que debe realizar cada una de las tres áreas responsables: la Dirección General de la Propiedad Rural, el Registro Agrario Nacional y la Procuraduría Agraria.

Sin embargo, como parte de las fortalezas y oportunidades del Programa, el Coneval señala que tiene una clara vinculación con los objetivos sectoriales, además realiza un Programa Operativo Anual que define claramente los aspectos que deben revisar las delegaciones lo cual  logra que los procedimientos sean homogéneos en todo el país.