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El Tribunal Supremo de India confirmó ayer la pena de muerte para tres de los cuatro condenados por violar en grupo en 2012 a una joven que murió días más tarde, en un caso que conmocionó al país y llevó a endurecer la legislación contra los ataques sexuales. El cuarto también está condenado a muerte, pero no había presentado recurso.
Los magistrados, encabezados por el presidente del máximo órgano judicial, Dipak Misra, rechazaron los recursos presentados por tres de los cuatro condenados a morir, Mukesh (de 29 años), Pawan Gupta (22) y Vinay Sharma (23), para que se cambiase la pena de muerte por cadena perpetua.
“El Tribunal Supremo ha tomado su decisión sobre estos jóvenes bajo presión pública, presión política y presión mediática”, protestó a la salida del juzgado el abogado de la defensa, A.P. Singh.
Otro de los seis implicados en la violación, Ram Singh, el presunto cabecilla del grupo, se suicidó presuntamente en marzo de 2013 en la cárcel, mientras que un sexto, menor de edad, fue condenado a tres años de reclusión en un correccional y liberado en diciembre de 2015 tras cumplir la sentencia.
La pareja se subió a un autobús privado, en el que viajaban otros seis pasajeros, todos los implicados en la violación y asesinato, que desviaron el vehículo de su ruta, agredieron al amigo hasta dejarlo inconsciente y entonces violaron y torturaron a la joven. La chica murió 13 días después en un hospital de Singapur.
Aquellos hechos desataron una ola de protestas que llamó la atención por primera vez, tanto dentro del país como en todo el mundo, sobre los escandalosos niveles de violencia sexual contra las mujeres en India.
La liberación del menor de edad en 2015 desató nuevas protestas, y dos días después el Parlamento aprobó la conocida como Ley de Justicia Juvenil, para poder juzgar como adultos a menores de entre 16 y 18 años.
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