Verdadera molestia causó en el sector empresarial mexicano e internacional el resultado de la consulta popular realizada en Mexicali, BCN —por la Secretaría de Gobernación y no por el INE— respecto a si se instalaban o no en esa ciudad fronteriza,como si el estado de derecho y la propiedad privada se pudieran litigar mediante consultas populares, algo realmente fuera de todo sentido común, que por cierto es el más difícil de practicar.

La empresa estadunidense, que tiene licencia para la distribución y venta de las marcas de Modelo en Estados Unidos, lleva un avance del 45% de su construcción con una inversión de 1,500 millones de dólares directos; la firma planeaba terminarla a finales de 2020, debido a que ya contaba con todos los permisos necesarios para su funcionamiento.

El Consejo Coordinador Empresarial y todas sus Confederaciones rechazaron el resultado de la consulta ciudadana realizada este fin de semana y tienen razón, el horno no está para bollos, ya que se ponen en riesgo miles de empleos en un momento de falta de crecimiento económico, 0% en el mejor de los casos, un dólar que ya rebasa los 25 pesos, el precio del petróleo desplomado por la crisis ruso-árabe y, la cereza del pastel, el COVID-19, que tiene paralizado al mundo entero.

La empresa ha demostrado que utilizará el 0.2 por ciento de la cantidad de oferta de agua que hay en la zona de Mexicali y se ha comprometido a que el agua que utilice la va a devolver para tener un balance cero de consumo hídrico, entonces para qué tanto rollo de una consulta popular que no beneficia a nadie, crea incertidumbre en los inversionistas, genera pérdida de empleos en el peor momento y, obviamente, sigue desplomando la popularidad del Ejecutivo Federal en momentos en que urge un llamado a la Unidad Nacional, una especie de Pacto de la Moncloa, que implementó Adolfo Suarez en España después del Franquismo, pero tropicalizado a la mexicana.

Falta ver la reacción jurídica de esta empresa que puede resultar en pagos multimillonarios por indemnizaciones para el Estado Mexicano en estos tiempos donde la liquidez no es su fuerte, y obviamente el coletazo político tanto de demócratas como republicanos ante el embate contra una empresa americana. Recordemos la reacción en el caso Camarena o en Cuba de Fidel Castro cuando empezó a expropiar empresas estadunidenses, no hay que tomar a la ligera esta consulta que puede cerrarnos la puerta a la inversión extranjera en los próximos años, todavía se puede revertir la situación, por el bien del país, ¡háganlo!

Pasando a otros temas, muy mal se vio Ricardo Anaya, alias Canallin, en lanzar un spot en plena crisis del COVID-19. No es Gobernador ni autoridad alguna, fuera de timming su comercial; en estos momentos necesitamos estar unidos, ya habrá tiempo para campañas electorales.

El Rincón del Yayo. Aprovechando que seguimos en cuarentena, les sugiero pedir comida a domicilio de los restaurantes locales cerca de su casa, que son los que más están sufriendo a causa del coronavirus. Seamos solidarios y consumamos productos de los negocios pequeños para evitar su cierre definitivo.

Son momentos de permanecer unidos y ayudarnos unos a otros para salir airosos de esta pandemia.

Voy a sugerir uno de carácter local llamado Amadita, en Rappi 30 minutos a mi casa, sensacional para desayunar comida veracruzana. Esta mañana pedí dos picadas, una de chipotle y otra de salsa verde,seguidas de un delicioso tamal jarocho con cerdo en hoja de plátano. No podía faltar el café con piloncillo y el tradicional jugo de naranja; mi desayunador parecía la mismísima parroquia de Veracruz. Estupendo todo. Nos vemos la semana que entra y recuerden quedarse en casita.

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