Academia

Cristóbal Miguel, designado como uno de los 200 Líderes del Mañana

El colaborador de Crónica y estudiante de Física en la UNAM representará a México en el Simposio Internacional de la Universidad de Saint Gallen ◗ Es el segundo año consecutivo que recibe la distinción

Cristóbal Miguel, designado como uno de los 200 Líderes del Mañana

Cristóbal Miguel, designado como uno de los 200 Líderes del Mañana

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cristóbal Miguel García Jaimes, estudiante de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), articulista de la sección Academia del periódico Crónica e inventor del acelerador de partículas atómicas más barato del mundo, representará a México, en mayo, en el Simposio Internacional de los 200 Líderes del Mañana, que organiza la Universidad de Saint Gallen, Suiza.

Tras informar ayer que fue invitado, por segundo año consecutivo, a ese foro global, el joven de 20 años de edad dijo que llevará un mensaje ético y social que ya ha publicado en las páginas de Crónica: la idea de que cada joven que se mantiene en la escuela es un elemento menos para el narcotráfico y un soldado más para ayudar a la sociedad.

El ganador del Premio Nacional de la Juventud, en 2014, dijo en la conferencia de prensa, en el Instituto de Física de la UNAM, que también presentará en Suiza el trabajo que realiza con otros jóvenes en su fundación Ciencia sin Fronteras, que formó con amigos de diferentes carreras para acercar la ciencia a niños indígenas y campesinos. Detalló que en la actualidad ya trabajan directamente con 35 niños e indirectamente con otros 150.

Fundada en 1898, la Universidad de Saint Gallen es una de las universidades más reconocidas del mundo en ciencias económicas y derecho. En la edición 47 de su Simposio Internacional, el mexicano estará en sesiones de trabajo y exposiciones con líderes como Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional; Joi Ito, director del Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), así como con Jack Ma, fundador de Alibaba Group, que es un consorcio chino de comercio electrónico que actualmente vale entre 55 mil y 120 mil millones de dólares, según la revista The Economist.

SEMILLA Y GERMEN. Efraín Chávez Lomelí, investigador del Instituto de Física de la UNAM y uno de los principales mentores e impulsores de la vocación científica de Cristóbal, dijo que este joven, originario de San Miguel Totolapan, en el estado de Guerrero, es un ejemplo muy brillante de lo que se puede conseguir cuando se conjuga la motivación y las ganas de hacer las cosas, con los recursos y los medios de una institución como la UNAM.

“Aquellos que tienen dudas sobre la gratuidad de la educación y sobre los beneficios de los presupuestos que se entregan para la educación y la investigación en México, pueden ver que en el caso de Cristóbal se conjugan todos los elementos y se pueden obtener resultados sorprendentes. Esto no sólo puede ocurrir en la UNAM, sino en todas las universidades e instituciones públicas de educación superior que hay en el país. Hay muchos jóvenes que no van a la escuela porque los mandan, sino por el verdadero deseo de aprender. Ellos pueden recibir gran ayuda de las universidades y escuelas públicas y se les debe apoyar”, dijo el doctor Lomelí, experto en espetrometría de masas con aceleradores y una de las personas que ayudó a Cristóbal a construir el acelerador de partículas más barato del mundo, que es principalmente un modelo para educación y divulgación de la ciencia.

Un acelerador de partículas es “como una resortera”, según el joven genio mexicano. Es decir, es una herramienta que aumenta la velocidad de una partícula muy pequeña y sirve para estudiar sus cambios. Uno de los experimentos que se realiza en aceleradores de partículas es hacer chocar un grupo de partículas contra otras de similares dimensiones para fragmentarlas y estudiar algunos de los resultados de la colisión: energía y materia.

APROPIACIÓN SOCIAL DE LA CIENCIA. Al ser cuestionado sobre lo que pensaba exponer en Suiza, en el mes de mayo, explicó que este año el encuentro está basado en el tema del dilema de la disrupción.

“Yo llevo un menaje o compendio de temas técnicos, temas personales y temas sociales. A ellos claramente les gustó un tema que yo he escrito y es el hecho de que por cada joven que se mantiene en la escuela, hay una ganancia doble para un país: por un lado, es un elemento menos para el narcotráfico y, por otra parte, es un soldado para el desarrollo de la nación”, dijo Cristóbal Miguel.

A ellos, en Suiza, les ha fascinado que podamos hacer algo disruptivo con algo tan simple como reparar computadoras descompuestas y llevarlas a comunidades vulnerables en el estado de Guerrero y enseñarles a los chavitos a programar. Este proyecto también ha llamado la atención a la ONU y es un gran logro el que los niños que hemos atendido ya están listos para participar, por primera vez, en el Concurso Nacional de Prototipos. Esto ha llamado tanto, que algunos científicos de Europa ya ayudan al proyecto mandando 50 euros cada uno para apoyar”, agregó

El joven estudiante de Física habló sobre su experiencia como articulista de la sección Academia de Crónica y dijo que a él le gustaría poder explicar muchos de los fascinantes conceptos de la física a todo tipo de personas, desde niños de comunidades económicamente rezagadas hasta señoras con una posición económica más acomodada, en las grandes ciudades.

“Algunas veces escribo mi columna para Crónica en la madrugada, ya muy cansado, pero con mucho gusto y entusiasmo de quién la podrá leer. Esto empezó cuando el editor, Adrián Figueroa, se enteró de algunas cosas que hacía yo para divulgar la ciencia. Me invitó a participar en el periódico y descubrí que es como una familia y comencé a sentir fascinación por lo que significa trabajar para un periódico y que ese periódico te dé la oportunidad y respete tu trabajo. Escribir en un diario y tratar con sus lectores es una gran motivación, y el resultado es que a los tres meses ganamos el Premio Nacional de Periodismo en Divulgación Científica por esta columna, Como por arte de Ciencia. Es tanta la motivación para mí que no me molesta escribir, aunque sea en las madrugadas, cuando parecería que mi cuerpo ya no puede”, indicó.