Opinión

Crónica de un berrinche anunciado

Crónica de un berrinche anunciado

Crónica de un berrinche anunciado

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Este domingo se llevará a cabo uno de los procesos electorales más observados de la historia a nivel nacional e internacional, por todo lo que representa además de su competitividad, pero también por todo lo que está en juego, pues el tablero político del Estado de México podría teñirse de otro color.

A pesar de ello, resulta preocupante que a seis días de las elecciones en dicha entidad, las autoridades electorales sigan sin estar a la altura de las circunstancias que se requieren, pues se trata del cambio del gobernante del estado más poblado de la República Mexicana, de acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo).

Según el organismo, el Estado de México cuenta con 17 millones 363 mil 387 habitantes y es justo ese factor poblacional uno de los principales elementos que están en juego, pues de acuerdo al Instituto Nacional Electoral (INE), su padrón electoral es de 11 millones 636 mil personas, lo que significa también el más grande del país y de ahí la importancia para todos los partidos.

Aun con esos datos, hasta el momento el consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Pedro Zamudio, parece que no ha dimensionado la trascendencia de este proceso al ser mínimas sus campañas enfocadas a combatir el abstencionismo, fenómeno que, ha sido documentado, favorece al partido en el poder.

Incluso, partidos políticos han ido más allá, al pedir la destitución de Zamudio Godínez, “por no ser imparcial” a tal grado, que el PAN ha acusado al IEEM de corrupto y ha pedido al INE atraer la elección por no confiar en el órgano local, por cierto, es el único tema en el que coinciden todos los partidos, menos el PRI.

Estas descalificaciones muestra un instituto frágil, apático y hasta sumiso; basta un breve análisis de información para pronosticar que este proceso, en el que se instalarán 18 mil 605 casillas, más que en ningún otro estado, posiblemente se saldrá de control y, lo peor, es que como dije al principio, estas elecciones han despertado el interés de todos los medios de comunicación nacionales y extranjeros acreditados en el país.

Basándonos en la historia, imaginemos por un momento uno de los escenarios probables para este proceso en donde, como siempre, Andrés Manuel López Obrador, si no le favorecen las tendencias electorales, no aceptará los resultados y mediante berrinches, asegurará que hubo fraude y descalificará el papel del IEEM, mismo que con sus antecedentes y pasividad, ya no podrá hacer nada que pueda rescatar la credibilidad de los partidos, pues hasta el momento, el PAN, PRD, PT, Morena, periodistas y analistas, se han encargado de restarle autoridad a un organismo que se supone es autónomo.

Lo anterior, es un llamado a tiempo al INE, para atraer toda responsabilidad de esta elección que se dará en el estado más poblado y que por las campañas políticas, se ha creado un clima tenso que se desbordará con el menor indicio de chanchullo electoral, situación que envalentona a una sociedad dividida para manifestarse y bloquear vialidades, como Morena que ha anunciado una serie de medidas en caso de perder esta elección.

Imagine estimado lector, cómo se pondrá el próximo año si tomamos en cuenta que este proceso electoral del Estado de México, en el que no se renovará el Congreso local ni ayuntamientos sino solamente gobernador, es un preámbulo o referente de lo que sucederá en las elecciones del 2018, en donde se elegirá prácticamente todo, desde presidente de la República, senadores y diputados federales.

Esperemos que los observadores nacionales e internacionales y autoridades electorales pongan cartas en el asunto y puedan corregir todo, antes del 4 de junio, para que no se ponga en riesgo la democracia, de la que todos debemos cuidar.

Y de Pilón:

Estamos a unos días de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emita sus resoluciones sobre las impugnaciones en contra de la Constitución de la Ciudad de México, mismas que son más políticas que jurídicas, ya que en ningún momento atenta contra la Carta Magna federal, sino todo lo contrario, la respeta en cada uno de sus artículos, por lo que exhortamos al máximo tribunal a no caer en un error y politizar uno de los textos más garantistas, reconocidos a nivel mundial.

Twitter: @julioc_moreno