Opinión

De Frente Ciudadano a Frente Partidista

De Frente Ciudadano a Frente Partidista

De Frente Ciudadano a Frente Partidista

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
LOS CANDIDATOS DE POR MÉXICO AL FRENTE

Finalmente, la alianza entre los partidos Acción Nacional (PAN), de la revolución democrática (PRD ) y Movimiento ciudadano (MC) se definió otorgando al primero la opción de definir a su candidato presidencial; al segundo al candidato para gobernar la Ciudad de México y el tercero para participar en coalición en otras posiciones.

Ricardo Anaya, presidente del PAN, presentó ayer su renuncia ante el Consejo de su partido para postularse como candidato a la Presidencia de la República por la coalición ahora llamada Por México al Frente. Alejandra Barrales ha hecho lo propio en el PRD para registrarse como aspirante a la gubernatura de la Ciudad de México por la misma coalición, que fue registrada el viernes pasado ante el INE.

Por su parte, Miguel Ángel Mancera, quien había recibido el apoyo del PRD para participar como candidato a la Presidencia, manifestó su deseo de retirarse y continuar al frente del Gobierno de la Ciudad de México, lamentando que no se hubiera establecido un método democrático para la decisión que ahora no le favorece.

El famosos Frente Ciudadano, dejó de ser ciudadano para volverse partidista y las decisiones fueron cupulares y no abiertas a los ciudadanos como lo habían planteado al inicio. El “dedazo” tan criticado por estos partidos fue utilizado de manera autoritaria, por más que se argumente que fue con la participación de los militantes. Ni ciudadano ni democrático o abierto.

Por lo tanto, en el panorama electoral se presentarán cuatro candidatos partidistas a la búsqueda de la Presidencia de la República: Ricardo Anaya, por la coalición PAN, PRD y MC; José Antonio Meade, por el PRI; Andrés Manuel López Obrador, por Morena, quien también se autoeligió con su propio “dedazo”; quedando solamente por definir quién se presentará como candidato independiente.

Según los analistas, cada vez es más probable que el nombre de Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, mejor conocido como El Bronco esté en la boleta de candidatos presidenciales del 2018. El gobernador de Nuevo León se inscribió como candidato independiente y es quien más firmas de apoyos ciudadanos ha recolectado. Margarita Zavala de Calderón está en este proceso también, por lo que, de lograr las más de 800 mil firmas, sería otra aspirante.

En breve deberán conocerse los nombres de los aspirantes a gubernaturas, el Senado, las diputaciones federales y las alcaldías de la Ciudad de México. De esta última, el PRI ha tomado la iniciativa invitando a un simpatizante: Mikel Arriola, hasta hace unos días director del Seguro Social; la coalición PAN, PRD y MC, por lo que se dice, postulará a Alejandra Barrales; y Morena, a Claudia Sheinbaum.

2018: DEMOCRACIA VS. CORRUPCIÓN,
POLÍTICA Y DINERO
Conforme se van conociendo los nombres de los candidatos que aparecerán en la boleta electoral del 2018, surgen varias preguntas: ¿Será posible que la política recupere el noble sentido de servicio público en su más amplia expresión? ¿Existe en verdad una reserva de ética pública que nos permita procesar la elección del 2018 en términos de legalidad y legitimidad? ¿Cuál será la influencia que tendrá en ella el dinero, sobre todo aquél que no proviene del financiamiento público, sino de fuentes externas, muchas veces ilegales?.¿La corrupción qué papel jugará en el proceso electoral?

Ante las interrogantes, de manera acertada, el Instituto Nacional Electoral organizó un seminario internacional llamado “Política y Dinero, Democracia vs. Corrupción”, en el que Baltazar Garzón, célebre juez español, sostuvo que la corrupción es síntoma de un fracaso institucional, por lo que se requiere un cambio de paradigma en donde se empodere a la sociedad en su combate. “Combatir la corrupción no sólo es una obligación del Estado, sino de todos y cada uno de sus organismos que deberán hacerlo de forma integral y coordinada. No puede cada uno disparar para donde le dé la gana, porque entonces es fracaso absoluto”, advirtió.

En el Seminario se externó que la corrupción electoral es un subsistema de la corrupción política, el problema no está en el uso público o privado del dinero, lo más importante es si el dinero que entra en las campañas resulta en la creación de una relación de subordinación.

Se hizo notar la pertinencia de poner límites al poder del dinero, a la transformación de políticos en mercancía y a la corrupción política como perversión del sistema democrático, para apostar por un sistema electoral donde la democracia sea un ejercicio ciudadano y el valor del voto libre y secreto esté por encima de la noción de que es una mercancía que se puede intercambiar,

El problema del dinero que se incorpora de forma ilegal en las campañas, no sólo en México sino en América Latina, es porque existen condiciones e incentivos para la corrupción. Ya no sólo es necesario tutelar el proceso electoral, sino también tutelar la integridad del sistema político en su conjunto. Es necesario vincular el tema del financiamiento político con el tema de la lucha contra la corrupción y el tráfico de influencias. La corrupción en América Latina está teniendo un efecto devastador y se debe principalmente a tres factores: la ­desigualdad socioeconómica, que hace se concentre el poder en el 1 por ciento; el proceso de construcción inconclusa del Estado, donde el Poder Judicial no tienen la capacidad económica e independencia para actuar; y la construcción de sistemas de partidos fuertes no concluido.

Algunos expertos, como el profesor Rolando Cordera, señalaron que si se quiere evitar la compra y coacción del voto es necesario dejar atrás la pobreza masiva y extrema en el país; mientras eso no ocurra será complicado tener éxito en la implantación de nuevas prácticas cívicas.

Jorge Javier Romero, profesor-investigador de la UAM, afirmó: “No hay duda de que en México todos los partidos políticos utilizan estrategias de intento, de compra del voto, ya sea a través de beneficios electivos durante la campaña o desviando los programas sociales”.

Hay estudios, se dijo, que revelan que mucha gente asume que el voto no es completamente secreto, ya que más de la mitad del electorado piensa que de alguna forma alguien va a terminar sabiendo por quién votó y eso impulsa la coacción y compra de votos.

Por su parte, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, afirmó que es ­inevitable, en los días que corren, que el dinero genere tensiones en la competencia democrática. Córdova refrendó el compromiso del INE con el combate a las prácticas de corrupción y el clientelismo, pero este compromiso debe ir acompañado también de la actuación de los órganos jurisdiccionales y de la exigencia ciudadana.

El consejero reconoció que es necesario robustecer la democracia; la autoridad electoral mexicana logró construir una serie de blindajes para que el voto cuente y sea contado. Gravita como sombra ominosa el fenómeno de la compra y venta del voto, así como el fenómeno del clientelismo, pero también es cierto que cuando los ciudadanos han salido a votar, ellos han decidido, para bien o para mal, su futuro político.

Además, hoy esa tensión entre dinero y política ocurre en un contexto preocupante que entre otras cosas se explica por la manera irresuelta en que la misma se procesa, en un decaimiento, en una caída en la percepción sobre el apoyo a la democracia, entendida como la forma de gobierno que es preferible a cualquier otra. El apoyo por la democracia ha caído dramáticamente en el último año en todos los países del continente, en toda la región, y particularmente en México. En un año, de 2016 a 2017, el apoyo de la democracia pasó de 48 por ciento a 38 por ciento… ¡Cuidado!