
El área de investigación del Hospital Infantil de México Federico Gómez ha tenido sus altas y sus bajas, como toda área dedicada a la ciencia y la investigación en nuestro país, sector al que no se le ha dado la verdadera importancia que tiene como motor de desarrollo y prosperidad para una nación.
En la actualidad, el presupuesto para la ciencia en México es apenas del 0.3 por ciento del Producto Interno Bruto, y hace unas tres administraciones se pensaba subir esa inversión al 1 por ciento del PIB; sin embargo, no se ha avanzado prácticamente nada, mientras países como Corea del Sur en los últimos 20 años aumentó su presupuesto cercano al tres por ciento de su PIB.
A pesar de eso y pese a las restricciones económicas, el director general de este hospital, el doctor José Alberto García Aranda, ha hecho grandes esfuerzos por volver a posicionar a ese instituto como un importante centro de investigación, resalta el doctor Juan Garduño Espinosa, director de investigación del citado hospital.
En entrevista con Crónica, sostiene que el área que encabeza hoy cuenta con 50 investigadores de tiempo completo, quienes se han dado a la tarea, en los últimos tres años, de buscar la utilidad de sus investigaciones y ya tienen en proceso diez patentes.
“En investigación, hemos venido trabajando en demostrar la utilidad de las investigaciones en beneficio de niños, por lo que se ha venido impulsando que nuestros avances permitirían, en el mediano plazo, un beneficio económico para la institución; ello significaría más inversión, además de poder demostrarle a la sociedad que la generación de conocimiento sí tiene una tasa de retorno de inversión”.
Estos documentos en trámite, precisa, están enfocados a dos vertientes: una, patentar desarrollos tecnológicos que sirven para generar conocimiento, son productos que podrían ser utilizados por otros investigadores en otras partes del mundo porque representan insumos para la investigación, como parte de los procesos y técnicas para hacer investigaciones.
Otras, son productos que ya podrían tener un interés terapéutico inmediato para tratar a los niños con relación a sus enfermedades, por lo general son moléculas que podrían terminar en medicamentos de utilidad para el tratamiento de niños con cáncer y otro tipo de enfermedades.
Durante la gestión del doctor García Aranda, resalta, se ha logrado que regresaran a , y en particular al Hospital Infantil, investigadores de talla internacional que laboraban en el extranjero. “Tenemos a una investigadora que estaba en Alemania, un investigador español se interesó en venirse con nosotros, otros más que estaban en diversas partes de Estados Unidos, un investigador que estaba trabajando en el Instituto Karolinska, de Suecia, que es donde se administran los premios Nobel, también se vino a trabajar con nosotros”.
Otro de los grandes logros en la presente administración del hospital, es que el Boletín Médico del Hospital Infantil de México volvió a posicionarse como una de las mejores publicaciones médicas a nivel internacional y uno de los objetivos de esta administración fue precisamente volver a posicionar nuestro boletín, elevar el nivel de la investigación y volver a llevar a nuestra revista a los niveles de mayor importancia en el mundo.
Este nivel de excelencia está certificado en una base de datos que maneja la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, conocida como Pub Med, donde se agrupan las mejores revistas de todo el mundo y a partir de ella se pueden leer artículos también en cualquier parte del orbe; digamos, resalta el investigador, que es una élite de información científica.
Admite que fue un proceso muy laborioso y difícil durante los últimos seis años, empero “por fin, el año pasado nos volvieron a aceptar en esa base de datos y nuestro boletín ya aparece entre las mejores en el mundo. Debo mencionar que sólo hay tres revistas latinoamericanas pediátricas que aparecen: una chilena, una argentina y nuestro boletín del Hospital Infantil”.
El investigador Garduño Espinosa también destaca que en la actualidad se cuenta con 20 unidades de investigación y laboratorios dedicados al estudio de enfermedades relacionadas con el cáncer, que es uno de los principales problemas que se atienden en el Infantil de México.
También se tienen varias unidades de investigación, las cuales concentran el trabajo de investigación en enfermedades infecciosas en niños, que también durante décadas ha sido un problema en nuestro país, mientras otro grupo de investigadores se dedican a la inmunología, a la proteómica metabolómica, suenan raros estos nombres, pero son disciplinas que han venido creciendo en el mundo y que se dedican de manera muy especializada a explorar el interior de nuestra función biológica, buscando entender las enfermedades que ocurren en los seres humanos y de manera particular en los niños.
En este ejercicio de ganar-ganar, señala el doctor Juan Garduño, se ha podido trabajar gracias a los esfuerzos de este grupo de personas con visión humanista, y el hospital ha tenido grandes avances en materia de investigadores, la calidad de los mismos, producción de artículos científicos; sin embargo, considera, la ciencia necesita el apoyo social decidido por parte de las administraciones y ser considerada una tarea estratégica.
Como ejemplo, cita, uno de nuestros últimos investigadores trabaja en el estudio de moléculas y células, luego de que algunos investigadores en el mundo encontraron la forma de poder fijar la célula para estudiarla, que es congelándola de una manera súbita para que no se rompa ni se fragmente.
“Uno de nuestros investigadores está educado en esa parte y está echando a andar aquí un laboratorio relacionado, eso nos permitiría encontrar las moléculas que pudieran tener un potencial después; sin embargo, el costo del equipo para poder hacer todos los procedimientos es de alrededor de unos 120 millones de pesos y aunque hemos empezado aquí con apoyo del patronato que consiguió algunos millones para poder empezar, la verdad es que, lamentablemente, no tenemos acceso a 120 millones de pesos y deberíamos tenerlo porque dentro de la ciencia eso es una inversión de nada, pero lo cierto es que no tenemos el recurso”, lamenta.
Con 64 años de vida, diez de ellos dedicados al Hospital Infantil y los últimos tres años entregado por completo a la dirección de investigación, el doctor Juan Garduño sostiene que en investigación del cáncer, una investigadora, quien acaba de regresar de una Estancia doctoral en Boston que duró tres años, concentra su línea de investigación en los cánceres infantiles de la sangre.
En el Instituto de Investigación, resalta, ya se cuenta con mucha gente prometedora; sin embargo, reconoce, el problema al que se enfrentan es que no pueden ser contratados, porque las plazas de investigación son las mismas desde hace 10 años.
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