Cultura

Descubren gran palacio en la zona arqueológica de Kulubá, en Yucatán

Mide casi 55 metros de largo por 15 de ancho y 6 de altura y tuvo dos fases de ocupación, dice el arqueólogo Alfredo Barrera. Es estudiado junto con otras cuatro estructuras ubicadas en el Grupo C

Mide casi 55 metros de largo por 15 de ancho y 6 de altura y tuvo dos fases de ocupación, dice el arqueólogo Alfredo Barrera. Es estudiado junto con otras cuatro estructuras ubicadas en el Grupo C

Descubren gran palacio en la zona  arqueológica de Kulubá, en Yucatán

Descubren gran palacio en la zona arqueológica de Kulubá, en Yucatán

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Investigadores del INAH confirmaron la existencia  de un gran palacio de 55 metros de largo en la zona arqueológica de Kulubá, en Yucatán, el cual es estudiado junto con otras cuatro edificaciones del Grupo C, además de realizar trabajos de conservación en sus acabados arquitectónicos, como parte de un proyecto interdisciplinar entre especialistas en arqueología y restauración.

En un comunicado, el INAH explica que los trabajos de salvamento del edificio son la liberación y el reconocimiento del basamento, las escalinatas y una crujía con pilastras, en la parte superior, que habría sido usada por la élite del lugar.

El arqueólogo Alfredo Barrera Rubio señala que es una voluminosa construcción de aproximadamente 55 metros de largo por 15 de ancho y 6 de altura, cuyos vestigios materiales apuntan a dos fases de ocupación: una en el periodo Clásico Tardío (600–900 d. C.) y otra en el Clásico Terminal (850–1050 d. C.).

“Fue en el Clásico Terminal cuando Chichén Itzá, al volverse una metrópoli destacada en el nororiente del actual Yucatán, extendió su influencia sobre sitios como Kulubá, el cual, por los datos que tenemos y materiales de cerámica tipo Chichén y obsidiana de las mismas fuentes que proveían a esta urbe maya, podemos inferir que se convirtió en un enclave Itzá”.

Para el investigador del Centro INAH Yucatán, una cualidad de esta cuarta temporada de campo en Kulubá, la cual inició en noviembre y llegará hasta marzo de 2020, es que las acciones arqueológicas están acompañadas por expertos en restauración.

Así, por ejemplo, un entierro secundario —es decir, que fue depositado allí tras haber sido extraído de su sitio original— en el cual yacían diversos individuos y que se ubicó durante la liberación del palacio, fue excavado y recibió un tratamiento de conservación inicial por parte de los restauradores, a fin de que pudiera ser resguardado en condiciones idóneas para su estudio y preservación. Futuros exámenes de antropología física permitirán determinar el sexo, la edad, las patologías e incluso los hábitos de aquellos individuos mayas del pasado.

CUATRO EDIFICIOS. Junto con este palacio —ubicado en uno de los tres conjuntos arquitectónicos que se estima contemplará, a mediano plazo, la visita pública de Kulubá—, los expertos exploran y consolidan otras cuatro estructuras en la citada plaza del Grupo C: un altar, dos vestigios de espacios de uso habitacional y una construcción redonda que, se cree, era un horno.

Barrera Rubio explica que una parte adicional del recurso destinado al sitio, derivado del convenio suscrito entre el INAH y el Gobierno de Yucatán, se dedica al mapeo y levantamiento topográfico de 234 hectáreas, así como al análisis del patrón de asentamiento de la urbe prehispánica, la cual se encuentra en su totalidad bajo resguardo del Instituto.

Un frente de trabajo adicional consiste en la rehabilitación del casco del antiguo Rancho Kulubá, ya que esta construcción, ubicada dentro del área patrimonial protegida, es a su vez un vestigio histórico de la primera mitad del siglo XX: con techumbre de palma de guano, mampostería tradicional y hamaqueros de madera.

Vinculado con este rescate de la herencia patrimonial edificada, detalla el arqueólogo, está el énfasis que tiene el proyecto en priorizar la colaboración de ayudantes provenientes de comisarías cercanas a Kulubá, como San Luis Tzuc Tuc, San Pedro y Tixcancal, así como albañiles con amplia experiencia en consolidación arqueológica, originarios del municipio de Oxkutzcab.

“Que Kulubá sea totalmente propiedad federal es muy importante al momento de planear que su paulatina habilitación tenga efectos sustentables y positivos para las comunidades circundantes”, declara el investigador al resaltar la labor de los 55 jornaleros, 20 de ellos mujeres, que apoyan el rescate de la urbe prehispánica, conociendo con ello más acerca del patrimonio arqueológico de su lugar de origen.